SpaceX reclutó silenciosamente a 4,300 empleados para un estudio de anticuerpos de coronavirus mientras se preparaba para su histórica misión tripulada a la Estación Espacial Internacional.
El esfuerzo le valió al jefe de SpaceX, Elon Musk, una línea de fondo en un artículo de investigación que detallaba el estudio y sus hallazgos que fue publicado en la revista Nature la semana pasada.
Los investigadores que analizaron la sangre del personal de SpaceX una vez al mes encontraron que las personas que detectaron COVID-19 pueden desarrollar protección “duradera” para volver a contraerla si producen suficientes anticuerpos para protegerse del virus.
SpaceX envió un correo electrónico en busca de voluntarios para el estudio que comenzó en abril pasado, un mes antes de lanzar el primer vuelo espacial tripulado desde suelo estadounidense desde 2011.
Ese fue también el mes en que Musk calificó las restricciones de coronavirus de “fascistas” después de luchar sin éxito contra el cierre de la fábrica de Tesla en el norte de California, donde las autoridades emitieron uno de los primeros encierros del país.
SpaceX trabajó con dos de los investigadores, Eric Nilles y Galit Alter, para establecer el esquema de análisis de sangre en un momento en que las pruebas regulares de COVID-19 eran difíciles de rastrear, según The Wall Street Journal,que informó por primera vez sobre el estudio el sábado.
Musk, que dio positivo por coronavirus en noviembre, se involucró personalmente en el estudio e hizo que los científicos le informaran a él y a otros ejecutivos de SpaceX a medida que avanzaba la pandemia.
A Musk y al director médico de SpaceX, Anil Menon, se les atribuye haber ayudado a diseñar el estudio, y la organización benéfica del multimillonario tecnológico, la Fundación Musk, apoyó la investigación.
El estudio señaló la existencia de un “umbral inmunológico” que determina la inmunidad duradera al virus en las personas que sobreviven al COVID-19, lo que significa que las personas con suficientes anticuerpos podrían estar protegidas de enfermarse de nuevo, dice el documento de investigación.
Los voluntarios de SpaceX no eran exactamente un grupo diverso: alrededor del 84 por ciento de ellos eran hombres y su mediana de edad era de 32 años, según el estudio.
Unos 120 empleados terminaron contrayéndose COVID-19 y desarrollando anticuerpos que los investigadores pudieron examinar, de los cuales el 61 por ciento no cayó con ninguno de los síntomas distintivos del insecto, como fiebre, tos o pérdida de sabor y olor, dice el estudio.
Las personas que pasaron por infecciones asintomáticas pueden no generar una respuesta inmune lo suficientemente fuerte como para eliminar el umbral de anticuerpos, según el estudio.
No obstante, los hallazgos podrían “guiar los esfuerzos de vigilancia y proporcionar información sobre la priorización de los esfuerzos de campaña de vacunación para inmunizar a los más vulnerables a la reinfección”, escribieron los investigadores.