Estados Unidos aprobó definitivamente la vacuna contra la COVID de una sola dosis de Johnson & Johnson (J&J) después de que el panel asesor de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) diera luz verde.
La vacuna de J&J se sumará así a las de Pfizer/BioNTech y Moderna, con una gran diferencia: es monodosis. De esta manera se pretende acelerar el ritmo de vacunación y, por tanto, de inmunización contra la pandemia. La FDA afirmó que es segura y suficientemente eficaz contra el virus SARS-CoV-2 entre los mayores de 18 años, ya que sus pruebas han mostrado una efectividad del 66%.
Está por debajo del 94-95 % de las vacunas ya existentes, pero aún así conserva una capacidad del 86% para esquivar los casos graves de la enfermedad, hospitalizaciones y muertes, lo que podría ser suficiente para proteger a la población. No obstante, la respuesta durante las pruebas clínicas ha variado dependiendo del país: en EEUU registra un 72% de efectividad, en Latinoamérica un 66 % y Sudáfrica, donde se ha extendido una variante más resistente y contagiosa del virus, un 64%.
En el caso de Europa, según adelantó Bloomberg, está previsto que la vacuna reciba luz verde el 11 de marzo y que esté disponible por contrato en abril. Su evaluación forma parte del plan que tiene la Comisión Europea para acelerar la compra de vacunas, después de los baches con AstraZeneca y las limitaciones de suministro de Pfizer y Moderna que han dejado al continente atrás en la carrera por la inmunización si se le compara con Reino Unido, Estados Unidos e Israel.
Los ensayos en fase II y fase III se han hecho, entre otros países, en España. Una parte de los de la III se han desarrollado en la Clínica de la Universidad de Navarra, dirigidos por el doctor José Luis del Pozo, su jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas y del de Microbiología. “Va a suponer no tener que estar como hasta ahora, esperando a la segunda dosis para tener a ese paciente inmunizado. Si uno recibe 1.000 dosis de Pfizer, son para 500 pacientes; 1.000 dosis de Janssen, son para 1.000. Duplicas la capacidad de inmunización con los mismos viales, así que el ritmo será más rápido”, dijo el científico en una entrevista a elDiario.es.
La primera inyección en nuestro país se puso el 21 de diciembre en un proceso en el que participaron unos 200 voluntarios. “Lo que sí sabemos es que hasta la fecha, después de ya varias semanas, los efectos adversos son leves y autolimitados, aparecen entre 24 y 48 horas después de la administración de la vacuna o del placebo”, explica el doctor antes de añadir que “ya hay datos que nos permiten saber que es una vacuna segura”. Faltaría completar los estudios de eficacia y qué sucedería si se pone una segunda vacuna, ya que también está en marcha un ensayo clínico internacional con dos dosis de Janssen espaciadas con 56 días.
Otra de las ventajas de J&J estaría relacionada con su conservación, ya que, según José Luis del Pozo, “no es como la de Pfizer, que requiere mantener los viales a -70 grados, o la de Moderna, a -20. Esta se puede conservar refrigerada a 4 grados, una nevera normal y corriente, todo el tiempo”. Además añade que tampoco existe limitación de la edad, ya que en los ensayos clínicos “se han incluido todos los rangos desde los 18 años. “Se podrá administrar a mayores de 55 sin duda”, aseguró el investigador.
Por el momento la Comisión Europea ya tiene firmado un contrato con Johnson & Johnson correspondiente a 400 millones de dosis. “Una vez que se preparen los viales para ser comercializados será cuestión de ver cuántas caben en cada vial. En el momento en el que estamos lo que nos compensa es tener el mayor número de vacunas disponibles, de Pfizer, de Moderna, de AstraZeneca o de Janssen”, consideró Del Pozo.