Un grupo de asesores del presidente estadounidense, Joe Biden, prepara una propuesta para invertir hasta 3 billones de dólares en la economía del país, con el objetivo de revitalizar las infraestructuras, recortar las emisiones de carbono y reducir las desigualdades económicas.
Según informaron este lunes varios medios estadounidenses, los asesores económicos del presidente tienen previsto presentarle esta semana ese plan, que supondría la próxima prioridad legislativa de Biden después de la aprobación este mes del paquete de estímulo por la pandemia, valorado en 1,9 billones de dólares.
En lugar de intentar que el Congreso apruebe ese mayúsculo nuevo gasto mediante una sola propuesta, los asesores de Biden propondrán al mandatario que intente impulsarlo por partes, y que comience con un paquete de infraestructuras, indica el diario The New York Times.
Ese plan para renovar las infraestructuras del país podría financiarse mediante un aumento de impuestos a las corporaciones del país, además de forzar a las multinacionales estadounidenses a que paguen más tasas en su país por los ingresos que ganan fuera, indica el rotativo.
Es improbable que esa estrategia atraiga votos de la oposición republicana, que controla la mitad de los escaños en el Senado.
Si sale adelante, el paquete de infraestructuras contendría además la mayor inversión hasta ahora de Estados Unidos para combatir la crisis climática, un total de 400.000 millones de dólares, de acuerdo con el Washington Post.
Ese monto financiaría investigaciones sobre el clima, infraestructuras verdes y la instalación en todo el país de estaciones para cargar vehículos eléctricos; y el paquete también incluiría inversiones para construir más viviendas para personas de bajos ingresos, precisó el diario.
El segundo componente del plan económico, que se impulsaría por separado, incluiría otras prioridades de Biden, como el acceso universal a jardines de infancia a bajo coste, la matrícula gratuita en los centros públicos de educación superior (“community colleges”) o la baja laboral pagada.
Además, ese paquete extendería durante varios años una medida temporal incluida en el último paquete de estímulo: un crédito fiscal que proporciona a la mayoría de las familias del país pagos mensuales de 300 dólares por cada hijo que tengan.
Biden ha estimado que esa medida puede recortar a la mitad la pobreza infantil en el país, y los demócratas quieren convertirlo en un beneficio permanente.
La Casa Blanca asegura que está comprometida a no subir los impuestos a nadie que gane menos de 400.000 dólares anuales, y está estudiando cómo podría aumentar la contribución fiscal de aquellos que ingresen más de esa cifra para poder pagar las mayúsculas inversiones de su plan.
“Vamos a aumentar los impuestos a cualquiera que gane más de 400.000 dólares” al año, adelantó Biden la semana pasada en una entrevista con la cadena ABC News.
El plan incluiría además una medida para forzar a las compañías farmacéuticas a bajar sus precios en Estados Unidos o pagar grandes multas, de acuerdo con el Post.