Los Ángeles.- La pena capital con la que fue sentenciada una mujer que asesinó a sus cuatro hijas en un incendio intencional hace más de dos décadas en Los Ángeles fue revocada este lunes por la Corte Suprema de California.
El Máximo Tribunal estatal revocó la sentencia contra Sandi Dawn Nieves “debido a la mala conducta del tribunal de primera instancia” que tuvo a su cargo el caso y que derivó en la condena capital.
Nieves fue declarada culpable por el asesinato de Marie Folden, de 5 años, Kristl Dawn Folden, de 7, Rashel Hollie Nieves, de 11, y Nikolet Amber Nieves, de 12, quienes murieron en 1998 por inhalar hollín, humo y monóxido de carbono.
La mujer, ahora de 57 años, también enfrentó cargos por el intento de asesinato de su hijo David de 14 años, y por provocar un incendio.
El día de he los hechos, el 1 de julio de 1998, la acusada llamó al servicio de emergencia para reportar un incendio en su casa. Cuando llegaron los paramédicos, el fuego se había apagado y Nieves estaba cubierta de hollín y sentada en la sala con su hijo David, en ese entonces de 14 años.
Las cuatro niñas estaban acostadas en sacos de dormir en el piso de la cocina y todas muertas por inhalación de humo.
El jurado también consideró alegaciones de circunstancias especiales por asesinato durante un incendio provocado, e intento de asesinato del hijo de 14 años, entre otras acusaciones, en un proceso en el que el menor testificó en contra de su mamá.
En su decisión, el Supremo de California dijo que los “comentarios inapropiados durante el juicio” del entonces juez de la Corte Superior de Los Ángeles Jeffrey Wiatt, que habría puesto la balanza a favor de la Fiscalía, y “excluyó erróneamente pruebas atenuantes relevantes y potencialmente beneficiosas, socavando así la teoría de la defensa del caso”.
El magistrado, ya fallecido, hizo “comentarios inapropiadamente despectivos y sarcásticos al abogado defensor, impugnando su desempeño, reprendiéndolo por comportamiento inapropiado y sancionándolo y citándolo por desacato frente al jurado”, según el Supremo.
El presidente del Tribunal Supremo, Tani Gorre Cantil-Sakauye, escribió que “en última instancia, el evidente desdén del juez por los abogados defensores y los testigos, y sus repetidas referencias a su conducta inapropiada o poco confiable, dieron crédito al argumento de la Fiscalía de que la acusada era manipuladora y engañosa. Estas fueron las mismas características que la Fiscalía destacó para justificar la pena de muerte”.
El caso queda nuevamente en manos del fiscal de Los Ángeles, George Gascón.
EFE