El Ministerio de Agricultura, ocho asociaciones y una federación de productores firmaron un acuerdo en el que por primera vez en la historia del sector hortícola dominicano se pignorará miles de quintales de papas producidas en el Valle de Constanza.
Alrededor de 50 mil quintales del rubo ya están distribuidas en tres cámaras de frío, logrando de esta manera la conservación óptima hasta el momento de su distribución, para que la comercialización del producto fresco llegue a precios asequibles al consumidor.
De acuerdo con el ministro de Agricultura, Limber Cruz, la medida dispuesta por el presidente de la República, Luis Abinader, constituye una solución humanitaria para decenas de productores de la demarcación, quienes pedían la mano amiga del Gobierno para evitar la pérdida de la actual cosecha.
“Esta firma que hoy estamos llevando a cabo, garantiza la estabilidad del productor, los buenos precios del consumidor y también seguimos garantizando la producción de este rubro”, indicó el titular de la cartera agropecuaria.
En la referida firma se fijó que, a través de la Unidad Ejecutora de Pignoración, el precio de compra en el campo a los productores será de 33 pesos el kilo y 38 pesos por el costo de venta a los mayoristas.
En la firma del acuerdo estuvieron presentes el administrador del Banco Agrícola, Fernando Durán; el director de la Unidad Ejecutora de Pignoración de Agricultura, Juan Tomás Camilo; Enrique Humberto Collado Vázquez, en representación de la Unidad Nacional de Productores Agrícolas (UNAPRODA); y Carlos Manuel Bonetti Mesa, por parte de Orocovix Grovix SRL.
Entre las demás partes beneficiadas están la Asociación de Productores Hortícolas de Tireo de la Sabina, La Culata, El Valle de Constanza y la Federación de Pequeños y Medianos Productores de Constanza.
La pignoración consiste en salvaguardar una mercancía en almacenes fiscales, de ambiente controlado, cuyo costo lo cubre en su mayor parte el Gobierno. El objetivo es mantener el producto guardado para ser liberado cuando el mercado lo permite para evitar pérdida a los productores y mantener un precio justo para los consumidores.