La pandemia ataca de nuevo

Un año y tres meses después de la confirmación del primer caso de coronavirus importado de República Dominicana, y pese a un Plan Nacional de Vacunación que avanza a muy buen ritmo, la pandemia no sólo continúa azotando nuestro país, sino que se podría está acercando el momento más retador con la llegada de la tercera ola y la poca disponibilidad de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

“Para nosotros los dominicanos, esta es la etapa más difícil”, dijo el doctor José Joaquín Puello, neurocirujano y presidente de la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar al ser entrevistado en Nuria Investigación Periodística.

El comportamiento mostrado por algunos ciudadanos ha llenado de indignación a otros, en especial al personal médico que desde el inicio de esta guerra sanitaria ha estado en la primera línea de batalla pues la tercera ola del coronavirus nos agarra no solo en medio del teteo en los barrios,  sino que el Gobierno continúa realizando actividades presenciales tanto dentro como fuera del país, como por ejemplo la gran final del Concurso del logo de Marca País, el 13 de mayo y la Feria Internacional de Turismo (FITUR 2021), que tuvo lugar del 19 al 23 de mayo, en Madrid, España, con la participación de una amplia delegación que incluyó a funcionarios y periodistas, enviando un mensaje muy difuso y contradictorio a las recomendaciones de distanciamiento que ellos mismos dan a los ciudadanos.

Mientras, la positividad diaria es de 27 % y la de las últimas 4 semanas promedia un 16.68%, de acuerdo al boletín número 442 del viernes. “Son tasas que dan una positividad alarmante”, consideró el doctor Rubén Peralta, director médico adjunto del Hamad General Hospital de Qatar.

“Ahí viene también la fatiga COVID. La gente está cansada de casi un año y medio de pandemia. Salen a la calle, no mantienen distanciamiento”, agregó el doctor Amado Alejandro Báez, director de Diplomacia de Salud del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Especialistas coincidieron en que la situación actual se debe a un conjunto de factores. El infectólogo José Rafael Yunén explicó que “al igual que como pasó en Semana Santa: la reapertura, la relajación de medidas. Eso te lleva a un rebrote. Cada cuatro meses, si te das cuenta, tenemos un rebrote”.

El experto en emergencias y gestión sanitaria, Amado Alejandro Báez, sostuvo que “lo que estamos viendo ahora es producto de una tercera ola, que ya se han evidenciado en otros países”.

Por vía de consecuencia, eso ha resultado en una presión sumamente alta de las unidades de cuidados intensivos. La ocupación de estas camas ha aumentado de manera alarmante, generando una crisis en apenas tres semanas al pasar de 46% a un 71%, con 428 UCI en uso de un total de 605. Estas frías estadísticas cobran vida con los desgarradoras escenas que Nuria Investigación Periodística captó durante un recorrido por la unidad de cuidados intensivos de la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar.

“Cada día vemos que nos llegan más personas, jóvenes, personas por debajo de 40 años y mucho cuidado, porque esas personas por debajo de 40 años también entran dentro del rango de muerte”, advirtió el doctor José Joaquín Puello.

El doctor Amado Alejandro Báez planteó que, en la actualidad, el indicador no debería limitarse a la tasa de positividad que tenga cada provincia, sino a la utilización de servicios de salud y camas de intensivo en cada zona. “La clínica Unión Médica pegó un grito diciendo que había mucha positividad, que no tenían cama. Hay que entender también que Santiago responde a la periferia. Las provincias aledañas, desde Montecristi hasta Dajabón, refieren a Santiago”, detalló.

En ese sentido, recomendó como solución acudir a la telemedicina. “Un intensivista en vez de estar en el día a día viendo a un paciente físicamente puede colocarse en una posición remota y puede supervisar cien pacientes de forma remota donde las manos,  los ojos y los oídos le corresponden a un médico internista”.

La crisis se agrava aún más con la llegada de nuevas cepas a territorio dominicano, como las de Reino Unido B117, África del Sur B1. 351, Brasil P1 e India B.1.617.

“Lo que eso significa en términos prácticos, es que este es el momento que la población dominicana tiene que cuidarse cada vez más”, dijo el doctor José Joaquín Puello.

Pese a que la República Dominicana es la tercera nación que más personas ha vacunado en toda América Latina por cada 100 habitantes y que ocupa la posición número 13 en el porcentaje de muertes por COVID-19 en América Latina, con un 0.32% de fallecimientos diarios confirmados por un millón de personas, muy por debajo de otros países de la región como Panamá, Chile y México, aún no se ha logrado la inmunidad de rebaño. Para alcanzarla, el 70 por ciento de la población debe estar vacunada.

“La vacuna es una herramienta, no es la única, ni la vacuna va a detener completamente la pandemia, pero es una herramienta importante porque nos llegarán menos pacientes”, señaló el doctor Puello.

Solo mediante la vacunación generalizada alcanzaremos la inmunidad colectiva, en la que suficientes personas sean inmunes para evitar que la enfermedad se propague libremente. Esto ha motivado a varias autoridades a plantear iniciativas en ese sentido, como la resolución presentada ante la Cámara Alta por el senador de Pedernales, Dionis Sánchez, pidiendo al Poder Ejecutivo que emita un decreto, bajo el estado de emergencia, para restringir que ciudadanos que no presenten en su tarjeta de vacunación no puedan ingresar a lugares públicos y privados.

Planteamientos como estos han suscitado una gran polémica. Los que están a favor plantean que la vacunación obligatoria está justificada en un principio de solidaridad, en especial de aquellos que se sienten menos amenazados por la enfermedad, cuando se trata de proteger a las personas más vulnerables. Sin embargo, otros como el exministro de Energía y Minas, Pelegrín Castillo, se oponen y atribuyó  la desconfianza de ciertos sectores en las vacunas al contexto en el que surgió la pandemia, el pésimo desempeño de la OMS, las rivalidades de grandes farmacéuticas, la diplomacia de las vacunas, los ensayos de nuevas tecnologías y el afán de descartar otras medidas.

Sin embargo, juristas consideran que el gobierno puede establecer la vacunación obligatoria. “El artículo 64 de la Ley General de Salud faculta al Estado para que declare como obligatoria las vacunas, cuando sea necesario. A mí me parece que resulta obvio que en el contexto de una pandemia eso es extraordinariamente necesario”, valoró el especialista en derecho constitucional, Nassef Perdomo Cordero.

De su lado, Dionis Sánchez explicó que “tenemos un conflicto de derecho fundamental, porque tenemos que ver el derecho que tiene la persona a la integridad, que es el artículo 42, a no someterse a procesos de salud si no quiere. Pero es que no depende de que si tú quieres o no, es que tú estás afectando con esa decisión a la colectividad”.

Juristas consideran poco práctico llevar a la justicia a todo el que no se quiera vacunar y plantean que lo idóneo sería que el Estado logre ese objetivo a través del convencimiento.

“Sin embargo, el Estado si pudiera tomar medidas que limiten la capacidad de las personas que han decidido no vacunarse”, aclaró Nassef Perdomo, quien citó el ejemplo de Chile, país que ha restringido la capacidad de las personas de viajar de una región o una provincia a otra.

“No estamos hablando de medidas extrañas a este contexto ni medidas extrañas a democracias desarrolladas. No solamente Chile, en Europa se ha hecho, en Italia se hizo, si no me equivoco, se hizo en España. Entonces no es cierto. No es cierto que la decisión de no vacunarse esté carente de consecuencias”, añadió.