El porcentaje de adolescentes estadounidenses hospitalizados por presuntos intentos de suicidio se disparó en el verano de 2020 y el invierno de 2021, en medio de los confinamientos por la pandemia de covid-19, según un nuevo estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades publicado este viernes.
Las visitas semanales al servicio de urgencias por presuntos intentos de suicidio entre adolescentes de entre 12 y 17 años aumentaron en un 22,3 % durante el verano de 2020 y en un 39,1 % durante el invierno de 2021, en comparación con los mismos periodos de 2019.
Los datos parecen particularmente alarmantes entre las niñas de entre 12 y 17 años. De hecho, entre el 21 de febrero y el 20 de marzo de este año, las visitas al departamento de emergencias por posible intento de suicidio se dispararon un 50,6 % en este grupo, en comparación con el mismo período de 2019.
En el periodo que va del 26 de julio al 22 de agosto, el aumento fue de un 26,2 % con respecto al período correspondiente de 2019.
Aumentan los factores de riesgo
El estudio no examina las causas del presunto aumento de los intentos de suicidio y señala que “algunos investigadores han advertido de un posible aumento de suicidios durante la pandemia de covid-19 debido al aumento de los factores de riesgo de suicidio”.
En este sentido, detalla que los jóvenes pueden representar un grupo de alto riesgo debido a “la falta de conexión con las escuelas, los maestros y los compañeros” a raíz de las medidas de distanciamiento físico, “las barreras para el tratamiento de salud”, “el aumento del abuso de sustancias” y la ansiedad relacionada con “los problemas económicos y de salud familiar”.
Además, las visitas al servicio de urgencias por “problemas de salud mental y sospecha de abuso infantil”, que también son factores de riesgo de suicidio, también aumentaron en 2020 en comparación con 2019, “lo que podría contribuir a el aumento de los presuntos intentos de suicidio”, explican los investigadores.
Al mismo tiempo, al pasar más tiempo en casa junto con los jóvenes, los adultos podrían haberse vuelto más conscientes de los pensamientos y comportamientos suicidas y, por lo tanto, tendrían más probabilidades de llevar a sus hijos al servicio de urgencias, admiten los investigadores.
Fuente RT