Washington.- Estados Unidos se acerca este lunes a los 600.000 muertos por covid-19, una cifra que llega en un momento de optimismo por la menor incidencia del virus y los avances en la campaña de vacunación, aunque una parte importante del país sigue resistiéndose a la inmunización, entre ellos los más jóvenes.
Los principales indicadores de la pandemia continúan mostrando un sostenida mejoría de la situación epidemiológica.
La media de casos de covid-19 de los últimos 14 días estaba el domingo en 14.288, la más baja en más de un año; mientras que los fallecidos fueron 363, la menor desde marzo de 2020.
Aunque sigue siendo el país más golpeado por la pandemia en su saldo mortal, con 599.796 fallecidos, según el último recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins; EE.UU. ha logrado poner en marcha un agresivo plan de vacunación con el objetivo de llegar a comienzos de julio para la vuelta a la normalidad.
JÓVENES, PUNTO DÉBIL
“La única cuestión es que tenemos que hacerlo mejor con la gente joven”, admitió este fin de semana Anthony Fauci, principal epidemiólogo de la Casa Blanca, en un evento con la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser.
Fauci subrayó que los jóvenes “tienen que darse cuenta que no solo ellos necesitan la vacuna para protegerse y proteger a su familia, tenemos que proteger a la comunidad”.
Para aumentar su implicación, el Gobierno estadounidense ha lanzado una alianza con populares aplicaciones de citas, como Tinder y OKCupid, para promocionar la vacunación y dar incentivos a los clientes que ya se hayan inoculado contra la covid-19
El 54,1% del total de la población adulta de EE.UU. (más de 139 millones de personas) está ya completamente vacunado, y el 64,4% (166 millones) ha recibido al menos una dosis, de acuerdo al conteo de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), aunque con gran disparidad por regiones.
Mientras que estados como Massachusetts, Connecticut y Nueva Jersey tienen ya a más de dos tercios de su población completamente vacunada, otros como Alabama, Georgia y Luisiana solo han inmunizado por completo a poco más de un tercio.
En la ciudad de Nueva York, con más de 8 millones de habitantes y que sufrió uno de los embates más duros del virus, el número de contagios se ha desplomado a apenas 500 casos al día y casi la mitad de la población se encuentra ya totalmente vacunada.
MASCARILLA NO ES NECESARIA PARA VACUNADOS
Como consecuencia de estos progresos, los CDC han modificado sus recomendaciones y desde el pasado mayo ya no insta a los ciudadanos vacunados a llevar mascarilla ni en espacios exteriores ni en espacios interiores.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha prometido que el 4 de julio, fecha en la que se celebra la festividad del Día de la Independencia, el 70 % de los adultos habrán sido inoculados con al menos una dosis de las vacunas.
No obstante, las autoridades reconocen la preocupación para alcanzar ese hito ante la ralentización en las inoculaciones en las últimas semanas, ya que la media diaria ha caído a apenas un millón de dosis frente a los más de 3 millones administradas a finales de abril.
En Estados Unidos están disponibles las vacunas de doble dosis de Pfizer/BioNTech y Moderna y la de monodosis de Johnson&Johnson para mayores de 16 años.
Y desde hace un mes las autoridades dieron luz verde a la administración del suero de Pfizer/BioNTech para adolescentes entre 12 y 15 años.
EE.UU. COMIENZA A DONAR VACUNAS AL EXTRANJERO
Ante las críticas de la comunidad internacional por compartir el exceso de vacunas con las que cuenta el país y la mejora de la situación epidemiológica, el presidente Biden ha dado un paso al frente al anunciar la donación de 80 millones de dosis en las próximas semanas.
Asimismo, en la reunión del G7 de este fin de semana desveló que EE.UU. había comprado 500 millones de vacunas adicionales de Pfizer/BioNTech e impulsó a tomar medidas similares al resto de países más desarrollados.
La disparidad en el acceso a las vacunas entre los países ricos y los de menos recursos ha provocado llamamientos urgentes por parte de organismos internacionales como el Banco Mundial o la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que se refuerce la distribución entre las economías en desarrollo.
Las diferenciales son abismales: en Estados Unidos y el Reino Unido, más del 50 % de la población ha recibido al menos una dosis, mientras que en el continente africano apenas ha sido inoculado un 2 % de sus habitantes.