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Higiene dental para pacientes celiacos: lo que debes saber

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La higiene dental para los pacientes celiacos es un aspecto más que deben considerar, entre tantos otros, para cuidar su salud general. Aunque parezca que no debería haber ninguna relación, sabemos que esta patología es capaz de afectar las estructuras de la boca.

Incluso, hay pacientes que comienzan con signos bucales antes que aparezcan los clásicos de la enfermedad celiaca. Razón por la que los odontólogos deben estar atentos a la hora de efectuar un diagnóstico, de manera que no se demore el abordaje correcto que se basa, de manera principal, en la restricción de la dieta.

En este sentido, la higiene dental para los pacientes celiacos se enmarca en la terapéutica preventiva de los efectos adversos de la alergia al gluten. Una vez que se ha encontrado una dieta acorde a los requerimientos de la persona, los pasos siguientes serán mitigar las posibles complicaciones que se generarán con el paso de los años.

Tomarse en serio la responsabilidad individual de cuidar los dientes, las encías y los tejidos blandos de la boca es algo concerniente a cualquier persona, pero en los celiacos cobra una relevancia particular. Como veremos en este artículo, el trastorno altera el esmalte, las encías y los labios de niños y adultos.

¿Cómo afecta la celiaquía a la salud dental?

Para valorar la higiene dental necesaria en pacientes celiacos, primero hay que reconocer cuáles son los efectos de la patología en la boca. Los mismos pueden comenzar a temprana edad, afectando incluso el desarrollo de lo gérmenes dentarios. De allí la importancia de detectar las alteraciones en las consultas de los niños.

Defectos del esmalte dentario

Un problema de relativa gravedad en los pacientes celiacos son los defectos del esmalte. Estos defectos son irreversibles, por lo que su presencia es de difícil abordaje. Un diagnóstico precoz ayudaría bastante a prevenir complicaciones mayores.

Una de las teorías sobre la presencia de esta alteración reside en la deficiencia nutricional. La enfermedad celiaca es una alergia, una respuesta inadecuada del sistema inmunitario y de las vellosidades intestinales ante el gluten presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno. En definitiva, estamos ante una reacción frente a una proteína de los alimentos.

Cuando pasa el tiempo y la alergia se prolonga, sin solución, las vellosidades intestinales se aplanan y pierden la capacidad de absorción adecuada. Esto hace que varios nutrientes no ingresen al organismo, a pesar de que el paciente los ingiera. Si el déficit es crónico, entonces podría explicar los defectos del esmalte.

Al mismo tiempo, considerando que hay una reacción exagerada del sistema inmunitario, podrían ser anticuerpos con reactividad cruzada los que ataquen el esmalte y lo destruyan. Si lo hacen desde la infancia, alteran el desarrollo correcto de todos los tejidos que conforman el elemento dentario.

Mal desarrollo dental

Los niños pueden tener un mal desarrollo de sus dientes temporarios y permanentes si son enfermos de celiaquía. Esto es, en parte, por lo que explicamos en el apartado anterior. La buena noticia en este caso es que una dieta acorde podría reducir el efecto negativo.

¿Cómo se detecta este mal desarrollo? Lo más evidente es el retraso en la erupción y en el recambio dentario. Es decir, estos pequeños pacientes no cumplen con las fechas establecidas para que cada elemento dentario tome su posición en la boca.

Boca seca y síndrome de Sjögren

Debido al componente autoinmune de la enfermedad celiaca, no es infrecuente que se asocien otras patologías con la misma base de reactividad del sistema inmunitario. Algunos pacientes presentan, al mismo tiempo, síndrome de Sjögren.

En este síndrome hay anticuerpos que destruyen glándulas del cuerpo encargadas de lubricar tejidos. Atacan las glándulas lagrimales y las salivales, así como las involucradas en la transpiración. Para la boca, esto significa resequedad, pues no hay la saliva suficiente para mantener la humedad del espacio.

Sin saliva los efectos negativos se multiplican. Hay mayor prevalencia de colonizaciones bacterianas dañinas y esto deriva en caries que son más agresivas, más grandes y de más rápida instauración.

Caries

Más allá del síndrome de Sjögren, las caries son más prevalentes en la celiaquía. Por eso la higiene dental para los pacientes celiacos es de vital importancia. Deben reducir la presencia de azúcares y de bacterias vinculadas a la fermentación.

Como ya mencionamos, hay defectos en el esmalte, lo que favorece las cavitaciones. El esmalte es una capa dura, pero si no se ha formado correctamente no tiene la dureza suficiente para resistir los embates del ambiente.

A la par, las carencias de nutrientes por la mala absorción intestinal condicionan el poder de defensa del equilibrio del medio bucal para evitar las cavitaciones. Los déficits de calcio y de vitamina D son habituales en estas personas, y ambas sustancias son esenciales para el desarrollo de los huesos y los dientes.

Aftas bucales

Las deficiencias nutricionales también están detrás del problema de las aftas bucales en la celiaquía. En particular, la carencia de vitamina B12 y de folatos sería la responsable más directa. Sin mencionar que la mucosa bucal es parte de la misma mucosa que se prolonga hasta el intestino. No es de extrañar que una reacción en la parte baja del sistema digestivo tenga sus manifestaciones en la parte alta.

Las aftas son llagas o ulceraciones en la boca que se autolimitan. Suelen durar una semana y cierran con una cicatrización que no deja marcas permanentes. De todos modos, son muy molestas y complican el acto de la masticación, por lo que pueden alterar la dieta en pacientes que ya llevan restricciones estrictas.

¿Por qué los pacientes celiacos tienen problemas dentales?

De acuerdo a lo que estuvimos desarrollando, sabemos que la enfermedad celiaca condiciona la absorción de nutrientes. Esto ocurre porque la alergia al gluten aplana las vellosidades intestinales y las mismas pierden funcionalidad.

Este problema no distingue demasiado en la malabsorción, por lo que se reduce el ingreso al organismo de sustancias tan variadas como los minerales y las vitaminas. Del mismo modo, los síntomas digestivos son capaces de condicionar la ingesta calórica, llevando a una pérdida de peso que reduce las capacidades de defensa del cuerpo.

Si el calcio y la vitamina D son deficitarios, entonces los dientes se afectarán. Ambas sustancias son claves en el desarrollo de los elementos dentarios y en la reparación de los tejidos duros cuando se dañan.

La anemia que los pacientes celiacos suelen tener también contribuye de manera indirecta al problema con la salud bucal. Los anémicos tienen menor aporte de oxígeno a los tejidos, incluyendo las encías. Menor oxígeno es menos capacidad de reparación y cicatrización, por lo que las aftas y los traumatismos no cicatrizan como deberían.

El aspecto autoinmune es otro factor más a considerar en la relación entre patología bucal y enfermedad celíaca. Como sucede con el síndrome de Sjögren, los trastornos de la inmunidad concomitantes son frecuentes. La presencia de anticuerpos que atacan a los tejidos propios resultan contraproducentes para las estructuras corporales.

El esmalte es, quizás, el caso paradigmático para explicar por qué los pacientes celíacos tienen problemas dentales desde edades tempranas. Los primeros siete años de vida constituyen el período crítico para la conformación de esta capa que recubre a los dientes. Un niño con malnutrición por celiaquía y con anticuerpos que destruyen lo que el cuerpo intenta reparar, es probable que llegue a la edad adulta con caries y dientes mal desarrollados.

¿Cómo debe ser la higiene dental en los pacientes celiacos?

La higiene dental en los pacientes celíacos debe ser abordada por los profesionales y por las personas con el trastorno. Cada uno deberá atender a sus responsabilidades en el campo que le corresponda. Así es que los odontólogos deben estar atentos al diagnóstico precoz, pero también considerar que hay cuidados especiales concernientes al consultorio del dentista.

Higiene dental para pacientes celiacos en el consultorio odontológico

Resulta que el consultorio odontológico no está exento de gluten. Es decir, un paciente con celiaquía puede exponerse a la proteína de manera indirecta, sin consumir alimentos, al asistir a la consulta con un profesional de la salud bucal.

Hay pastas dentales con gluten, así como elementos plásticos que lo contienen. Un hilo dental podría ser portador de la proteína y generar reacciones en el paciente. El odontólogo deberá conocer los ingredientes reales de los productos que utiliza.

Medidas generales en la vida del paciente

La reducción de la exposición al gluten redundará en beneficios en todo el tubo digestivo y en toda la salud de la persona. Es la recomendación principal y el abordaje terapéutico por excelencia en esta enfermedad. No se puede avanzar hacia otras pautas de cuidado si la dieta no es acorde.

Considerando el mayor riesgo a padecer caries, el plan nutricional tendrá que establecer límites a los azúcares, ya que los mismos son el sustrato para que las bacterias generen ácido que daña el esmalte. Por otro lado, el equilibrio calórico debería asegurar que no haya pérdida de peso.

En cuanto al cepillado y uso del hilo dental, las recomendaciones son las mismas que para la población general. Si se cumplen las normas mínimas es suficiente para reducir el riesgo de caries. El cepillado de dientes con pasta fluorada deberá utilizarse 3 veces al día, sobre todo después de las comidas.

Finalmente, las visitas al odontólogo tendrían que programarse una vez por año o con mayor frecuencia si aparecen alteraciones, si es un diagnóstico reciente o hay comorbilidades puntuales, como el síndrome de Sjögren. La revisación especializada detecta problemas que, quizás, pueden solventarse antes de pasar a mayores.

Prevención de las aftas como parte de la higiene dental en pacientes celiacos

Como las aftas bucales son frecuentes en los pacientes celiacos, la higiene dental debe complementarse con un cuidado especial frente a los alimentos que son capaces de generar las ulceraciones. De manera clásica, los picantes y los productos ácidos son los responsables directos en casi toda la población general.

En caso de no poder prevenirlas y sufrir su aparición recurrente, existen algunos medicamentos que pueden calmar la molestia. Lo ideal es que los recete un dentista, aún cuando sean de venta libre. Hay que corroborar que los ingredientes del producto no incluyan gluten.

Mejora de la sequedad bucal

Si el paciente se encuentra dentro del grupo de enfermos de celiaquía que tiene diagnóstico de síndrome de Sjögren, tendrá que tomar medidas para reducir la sequedad en las mucosas. Esto prevendrá caries y ayudará a digerir mejor los alimentos permitidos en el plan nutricional.

Hidratarse durante el día sin pasar sed es crucial. Es posible que se requieran más litros que los que tomaría una persona sin la patología, considerando la disfunción de las glándulas salivales. Un odontólogo podrá recetar, también, saliva sustituta, que tiene sus indicaciones de uso específicas.

Del mismo modo, existen en el mercado pastas dentífricas y colutorios diseñados para pacientes con boca seca. Tienen en su composición elementos que combaten la xerostomía y contrarrestan los efectos negativos más habituales.

La higiene dental de los pacientes celiacos es un tema de salud general

No se puede separar la higiene dental de los pacientes celiacos del resto de los cuidados que deben llevar. La dieta libre de gluten, los controles periódicos, la adecuación de la nutrición a los requerimientos, la suplementación vitamínica y la prevención de las complicaciones son todas aristas que se vinculan a la salud bucal también.

Es importante que haya un asesoramiento profesional continuo. Buscar y elegir un dentista de confianza que coordine las acciones sobre la boca, que registre los cambios a lo largo del tiempo y que prescriba los productos necesarios para cada circunstancia es de suma importancia.

Fuente: Mejor con salud

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