Haití, el único país de América que ha tenido más de 20 gobiernos en 35 años - N Digital
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Haití, el único país de América que ha tenido más de 20 gobiernos en 35 años

Haiti

El presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado a tiros este miércoles en su residencia en la capital del país, provocando una situación de tensión en un país que en los últimos años ha estado plagado de protestas y manifestaciones.

Desde que la dinastía de los Duvalier fue derrocada hace 35 años, Haití ha sufrido sucesivas crisis de poder, elecciones contestadas y golpes de Estado que lo han convertido en la nación del continente que más gobiernos ha tenido en menos tiempodesde finales del siglo XX. el vecino pais, una nación marcada por una interminable historia de inestabilidad políticia, social y económica.

De 1986 a la actualidad, el país ha tenido una veintena de gobiernos, encabezados por militares, presidentes electos o interinos, consejos de ministros o gobiernos de transición.

En los 72 años anteriores al desembarco ordenado por Bill Clinton en Puerto Príncipe, en 1994, Haití había sufrido 102 guerras civiles, revoluciones, insurrecciones, revueltas o golpes de Estado.

Sobre el caso de Jovenel Moise, varios sectores opositores, abogados, académicos e iglesias habian pedido al presidente que deje el cargo, por considerar que su mandato de cinco años había llegado a su fin.

Moïse, por su parte, que juramentó en 2017 (un año después de lo que se suponía por las irregularidades y protestas que llevaron a repetir las elecciones de 2015), asegurando que su gobierno debio terminar en 2022.

Los temores a que aumentara la tensión se confirmaron y el gobierno de Moïse llegó a denunciar un intento de golpe de Estado y las autoridades detuvieron a más de 20 personas.

La llegada del 7 de febrero, el día que según la Constitución debía ocurrir el traspaso de poder, estuvo precedida por una oleada de protestas y huelgas que han culminaron con la militarización de las calles de Puerto Príncipe y otras ciudades a lo largo de la nación caribeña.

Moïse, por su parte, anunció esta semana un referendo para el próximo abril para aprobar una serie de reformas a la Constitución que, entre otros elementos, permite la reelección presidencial por dos términos consecutivos, algo prohibido desde el fin de la dictadura de los Duvalier (1986).

Haití

La gota que colmó el vaso

La controversia sobre el final del mandato de Moïse y su polémica reforma constitucional fue la “gota que colmó el vaso” de un proceso que tuvo sus raíces en el propio proceso electoral.

Robert Fatton, profesor de la Universidad de Virginia, en EE.UU., señala, que otro de los elementos que más ha hecho sonar las alarmas en la nación caribeña es “la forma en la que el presidente ha ido consolidando el poder”.

En enero de 2020, Moïse disolvió el Parlamento y desde entonces ha gobernado Haití por decreto.

Moïse

“No hay Parlamento, no hay primer ministro, entonces nos encontramos con una situación en la que Moïse es el único y exclusivo poder en el país en este momento“, dice el también el autor del libro “Haiti’s Predatory Republic: The Unending Transition to Democracy” (2002) (“La República depredadora de Haití: la interminable transición a la democracia”).

Entre los decretos más controvertidos estuvo el de declarar las protestas violentas y vandalismos como “terrorismo”, crear un consejo electoral “que no sigue las reglas establecidas anteriormente” y la limitación del poder de un grupo de auditores que generalmente supervisaban al gobierno.

“Estos elementos se han vuelto una preocupación en muchos sectores porque el país tiene una historia de gobernantes tratando de consolidarse en el poder y utilizar reformas constitucionales para reforzar ese poder”, dice.

Es en ese contexto que las disputas por el fin del mandato y la propuesta de una nueva Constitución provocaron las actuales protestas.

La Constitución haitiana establece que la duración de un gobierno es de cinco años y que el cambio de poder debe efectuarse el 7 de febrero, el día del aniversario del fin de la dictadura.

“En la práctica, en Haití, todas las elecciones, sin excepción, desde el fin del régimen de Duvalier, han creado graves crisis sociales, por lo que, en lo que en lo que se resuelven las disputas, se celebran segundas vueltas o se repiten las elecciones, ya ha pasado la fecha que la Constitución establece”, indica.

Sin embargo, afirma, esto no ha llevado a que los gobiernos vayan “en busca del tiempo perdido”, como intenta hacer ahora Moïse.

“(El expresidente Jean Bertrand) Aristide sufrió un golpe de Estado y cuando regresó al país y retomó el poder, también quiso buscar esa extensión de mandato y no le fue permitido. Por eso existen dudas sobre si eso debe permitirse ahora”, dice.

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“También está el hecho de que muchos consideran que Moïse está interpretando la ley para su propio beneficio, dado que el año pasado anuló el Congreso porque fue formado en 2015 usando como argumento la misma ley que rigió su elección, lo que implicaría que él se tendría que ir el domingo”, indica Fatton.

“Es decir, el presidente utilizó para disolver el Parlamento la lógica contraria a la que está utilizando ahora para mantenerse en el poder y eso ha llevado a que no solo la oposición sino la mayoría de los sectores sociales se opongan”, agrega.

La reforma

La reforma constitucional que propuso el fenecido mandatario genero cuestionamientos por los procedimientos propuestos para implementarla.

La actual situación de inestabilidad política en Haití no puede verse fuera del contexto de pobreza, desigualdad e interferencia de poderes extranjeros que ha vivido el país a lo largo de su historia.

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