Leonardo Da Vinci cuenta hoy con 14 descendientes masculinos vivos, según un estudio que rastreó su árbol genealógico a lo largo de 690 años y 21 generaciones, lo que ofrece una base para avanzar en la búsqueda del ADN del genio.
El estudio que publicó “Human Evolution” es el resultado de diez años de trabajo de los investigadores italianos Alessandro Vezzosi y Agenese Sabato que completa un estudio publicado en 2016 en el que ya seguían la línea directa, hasta la decimonovena generación, de la familia Vinci.
La obra llena las lagunas y corrige los errores de anteriores investigaciones genealógicas sobre la familia de Leonardo, al tiempo que ofrece nuevos descubrimientos y actualizaciones del árbol genealógico.
Los autores indican que Leonardo tuvo, al menos, 22 hermanastros, pero no hijos y su trabajo documenta la línea continua, de padre a hijo de la familia Da Vinci, apellido que con el tiempo quedaría en Vinci.
Ahora el avance podría llegar de los nuevos descendientes por la línea masculina, derivados de su padre, Piero, y su hermanastro, Doménico, que viven actualmente. “Tienen entre 1 y 85 años, no viven exactamente en Vinci sino en municipios limítrofes hasta Versilia, y tienen oficios comunes, como empleado, agrimensor, artesano”, precisó Vezzosi.
Sus ADN serán analizados en los próximos meses para contribuir a las búsquedas del grupo de trabajo internacional “The Leonardo Da Vinci DNA Project”, presidido por Jesse Ausubel (de la Rockefeller University de Nueva York) y apoyada por la Fundación Richard Lounsbery.
El proyecto involucra al J. Craig Venter Institute de La Jolla, en California, y otras universidades y centros de investigación de alto perfil, como el departamento de Biología de la Universidad de Florencia, dirigido por David Caramelli.
El estudio se remonta a 1331 con Michele, abuelo de Leonardo, mientas el artista, nacido en 1452, forma parte de la sexta generación; la línea familiar se sigue hasta la actualidad, en total 21 generaciones y cinco ramas familiares, que llegan hasta el padre del maestro de Renacimiento.
Desde la decimoquinta generación, se lograron datos de más de 225 individuos en un trabajo que ha contado la colaboración de los descendientes vivos. Los dos investigadores participan en un proyecto internacional que busca dar con el ADN de Leonardo.
Se sabe que el cromosoma Y, que se transmite a los descendientes masculinos, permanece casi inalterado a lo largo de 25 generaciones. La comparación de ese cromosoma de los parientes masculinos actuales con el de sus antepasados en los enterramientos antiguos y modernos permitiría verificar la línea familiar ininterrumpida y certificar el marcador del cromosoma Y del propio Leonardo.
Los expertos estiman que una vez que se confirmara su ADN se podrían investigar “las razones de su genialidad”, datos sobre su envejecimiento, su salud y su “extraordinaria visión”, indicó “Human Evolution”.
Además, la comparación de los datos biológicos “podría ayudar” a verificar la autenticidad de las obras de arte y los materiales manipulados por Leonardo.
Según el estudio, esta posibilidad “supondría un vínculo pionero entre la biología y el arte con amplias implicaciones para el mercado mundial del arte en términos de atribución artística y materiales.
Fuente: INFOBAE.