Un colombiano del que poco se ha hablado fue el cerebro que movió el ajedrez criminal que terminó con el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise.
Pero su ambición iba más allá de participar en la caída del presidente. Pretendía, tras bambalinas, manipular el poder político para quedarse con millonarios contratos con el nuevo Gobierno.
“El programa de Gobierno lo hizo todo Gabriel porque Sanon no tenía ni idea. Él no tenía ni idea de desarrollo de políticas ni nada de eso”, aseguró el capitán (r.) Germán Rivera , uno de los colombianos capturados en Haití.
El testimonio de este exmilitar es crucial en las investigaciones porque fue uno de los que lideró el operativo del magnicidio. Sus declaraciones fueron conocidas por Noticias Caracol y en estas describe el importante papel que jugó Gabriel Pérez en toda la conspiración.
Gabriel Pérez es conocido en Miami como Arcángel Pretel. A él se le atribuye haber influenciado a los líderes haitianos involucrados con el golpe, entre ellos el médico capturado Christian Sanon . Aparece como socio del venezolano Antonio Intriago en la firma CTU, la empresa que reclutó a los mercenarios.
Al respecto, un colombiano del grupo de exmilitares que estuvo desde el comienzo en Haití también corroboró en su declaración que Arcángel estuvo al frente del reclutamiento de mercenarios: “Arcángel me dijo que me iban a pagar 3.000 dólares”, señaló el colombiano, a quien le reservamos su identidad por seguridad.
Al respecto, un colombiano del grupo de exmilitares que estuvo desde el comienzo en Haití también corroboró en su declaración que Arcángel estuvo al frente del reclutamiento de mercenarios: “Arcángel me dijo que me iban a pagar 3.000 dólares”, señaló el colombiano, a quien le reservamos su identidad por seguridad.
El vínculo entre Pretel, el capitán Rivera y el sargento Duberney Capador , los dos exmilitares que encabezaron el operativo, comenzó hace 10 años en Cali. Allí, Pretel, un experto en seguridad, capacitó a los militares que en ese momento hacían parte de un comando especial del Ejército contra narcotraficantes. Desde entonces no perdieron contacto.
“Yo a él lo conocí en Cali porque fui a buscar un entrenamiento de conducción táctica, hice unas averiguaciones en Cali, en academias de seguridad”, indicó el capitán (r.) Rivera. Estos tres hombres, que ya se conocían, fueron los que reunieron el grupo de mercenarios que viajó a Haití. En ese país, de acuerdo con las declaraciones, Gabriel, o sea el mismo Arcángel, que permanecía en Miami, seguía moviendo los hilos de la conspiración.
“Sanon y Gabriel, ellos hablaban casi todos los días a su nivel… sus contratos, sus dineros, ellos hablaban casi todas las mañanas. (…) Gabriel me dice a mí que vamos a apoyar a las autoridades haitianas con la captura, la orden de captura estaba firmada por una juez, que iba a ir un fiscal y con la policía de Haití”, aseguró el capitán (r.) Rivera.
Según el exmilitar, luego de que asesinaron al presidente, él mismo buscó a Pretel para que los ayudara con las autoridades haitiana y pudieran fugarse. “Gabriel me decía que ya iban a despejar la vía porque la policía tenía dos camionetas atravesando la vía y detrás de las camionetas estaban las tanquetas, entonces Gabriel contestó hasta las cinco de la mañana y yo le dije que me movieran las tanquetas”, indicó.
Así también lo dijo otro de los conspiradores, a quien le reservamos la identidad por seguridad: “El día del ataque, Arcángel me dice que estaba ya listo con políticos de República Dominicana y si no estoy mal con políticos de Haití para poderlos salvar”.
Las declaraciones dejan claro que Arcángel Pretel habría participado en cada uno de los momentos del magnicidio. Su nivel de influencia entre los conspiradores haitianos y los exmilitares colombianos surgía de sus supuestos contactos, de los que se jactaba, con diplomáticos y fuerzas de seguridad estadounidenses.
“Gabriel se encontraba en unas reuniones en Washington, con el FBI y el Departamento de Justicia en Estados Unidos, hablando de esos proyectos de acá. Eso decía él, pero a mí me enviaba fotos en las oficinas antes de entrar. Él se reunió, fue en la ONU, se reunió con el Embajador de Haití, con el Embajador de República Dominicana. Él me enviaba unas fotos, pero yo no sé”, indicó Rivera.
Se sabe que en el pasado Arcángel Pretel tuvo relaciones con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, pues cooperó como informante en un caso de narcotráfico contra las FARC. A pesar de las declaraciones de los exmilitares colombianos, para los investigadores no es claro si Arcángel Pretel realmente tenía esas conexiones de alto nivel de las que se ufanaba, o si solo era un hombre hábil que manipuló la situación con la intención de quedarse con jugosos contratos.
“Dijeron que como iba a haber proyectos de plantas de energía y cada proyecto tenía una partida de seguridad, para cada planta se iba a necesitar seguridad física y humana”, señaló Rivera.
“CTU también, me imagino con los otros 270 hombres iban allá a prestarle seguridad o formar la empresa eléctrica. Yo no sé quiénes están metiendo ahí las manos porque eso es mucha plata”, indicó el otro mercenario.
Pese a que fue uno de los artífices principales del magnicidio, hoy nadie conoce su paradero. El colombiano Arcángel Pretel es uno de los hombres más buscados en el hemisferio.
Fuente: Noticias Caracol