Uno de los cientos de atractivos turísticos que regala Tailandia es la convivencia cercana con algunas especies animales, en particular con monos salvajes, los cuales generalmente son alimentados día, tarde y noche por visitantes de todo el mundo.
Desde que inició la pandemia de COVID-19, Tailandia ha visto un descenso significativo en cuanto a turismo se refiere, lo cual no solo ha dejado repercusiones económica al país, sino también en algunos animales cuya existencia prácticamente ha dependido desde siempre de los turistas.
Ejemplo de ello es lo que se vivió hace unos días en la ciudad de Lopburi, al centro de Tailandia, en donde varias calles se vieron paralizadas, así como los transeúntes y conductores, quienes vivieron con horror la tremenda pelea protagonizada por un par de bandos de monos salvajes.
Todo parece indicar que la escasez de alimentos ha llevado a los monos a invadir las ciudades. La escena se registró a las afueras de un antiguo templo budista. En las imágenes se ve claramente a los dos bandos de monos enfrentándose en un concurrido cruce mientras los conductores miraban aterrorizados dicha escena que duró más de 4 minutos.
Claramente se notaba que había un grupo de monos dominantes, los cuales saltaban por todos lados, afirmando así su autoridad y provocando a sus oponentes.
“Estaba en un edificio cerca del templo cuando escuché a los monos chillar. Había tantos de ellos, todos juntos. Luego todos corrieron hacia la carretera y comenzaron a luchar. Había tantos de ellos”, comentó uno de los testigos de la pelea entre los primates.
Algunas personas de la zona indicaron que uno de los grupos de monos deambulan constantemente por las ruinas del templo, ya que es una atracción turística popular donde los lugareños los alimentan, mientras que el otro ronda por las instalaciones de un cine abandonado.
Lopburi era muy visitada por los turistas antes de la pandemia y generalmente alimentaban a los monos con golosinas. A pesar de que los lugareños y visitantes nacionales suelen darles de comer, a principios de julio se restringió aún más la movilidad, por lo que los monos están pasando hambre.
“Los monos están tan acostumbrados a que los turistas los alimenten y la ciudad no les da espacio para valerse por sí mismos. Con los turistas desaparecidos, han sido más agresivos, luchando contra los humanos por comida para sobrevivir. Están invadiendo edificios y obligando a los lugareños a huir de sus hogares”, explicó Supakarn Kaewchot, un veterinario que trabaja en el gobierno tailandés.
Ante la situación, se han puesto en marcha planes de esterilización para así poder controlar la población de monos.
El Diario NY