Del 1º al 7 de agosto es la Semana de la Lactancia Materna y este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace foco en la importancia de ofrecer apoyo a las madres que amamantan. ¿Qué rol juega la familia, los lugares de trabajo, el sistema de salud y la comunidad?
Amamantar es clave para la salud del bebé desde el minuto uno de su nacimiento y para el bienestar físico y emocional de la mamá. En la Semana de la Lactancia El lema de la OMS este año hace foco en la importancia de ofrecer apoyo a las madres que amamantan. Es una responsabilidad de toda la sociedad: de la familia, de los lugares de trabajo, del sistema de salud y de la comunidad.
Es importante crear una cadena efectiva de apoyo, coordinando esfuerzos donde cada eslabón contribuya con apoyo continuo para el inicio y mantenimiento de la lactancia. Una cadena de apoyo que ayude a generar un entorno propicio para la lactancia materna. Es necesario informar, promover, apoyar, proteger y defender la lactancia con acciones que involucren a toda la sociedad en su conjunto.
“La leche humana no pierde las propiedades a lo largo del tiempo. El bebé mayor de un año que toma el pecho obtiene 1/3 de sus necesidades calóricas y proteicas diarias gracias a la misma, además del aporte de vitaminas y minerales. También sigue recibiendo sus beneficios inmunológicos, no sólo a corto plazo, sino que éstos se siguen observando años después del destete: menor incidencia de enfermedades metabólicas, autoinmunes y obesidad”, explicó la Dra. Ana Pedraza, jefa de Neonatología de Clínica y Maternidad Suizo Argentina.
“También ayuda a mejorar el desarrollo emocional y psicosocial: a mayor duración de la lactancia, mayor es su beneficio potencial. Es fundamental entender que la lactancia es un proceso que acompaña los distintos momentos evolutivos del niño. Tanto la madre como su hijo se adaptan a las distintas circunstancias que se presentan en el desarrollo”, agrega la profesional.
Claves para un buen amamantamiento
Cuando un bebé llega al mundo, los primeros meses de vida son fundamentales para la construcción del vínculo con su madre, la adquisición de hábitos saludables y el fortalecimiento de todos los órganos del cuerpo. En ello, la lactancia materna juega un papel fundamental, por eso es importante conocer cuáles son sus beneficios, así como los derechos de las madres y sus bebés.
Amamantar es un aprendizaje
“Muchas personas creen que el amamantamiento es sólo una cuestión de decisión personal y que a partir de ahí todo debe darse de una manera natural. Sin embargo, muchas madres, teniendo la intención expresa de hacerlo, fracasan por no haber recibido instrucciones precisas. La mayoría desea amamantar y por tanto necesitan ser ayudadas y respaldadas, más que convencidas”, dice la Dra. Pedraza.
¿Cómo crear buenas condiciones para dar el pecho? En esta etapa, es primordial el soporte de la familia, como así también del equipo de salud para evitar todo tipo de inconvenientes. En este sentido, es muy importante que al momento de alimentar al recién nacido, la mamá se encuentre cómoda y relajada, ya que la producción de leche puede ser inhibida por la ansiedad o el miedo. Los expertos aconsejan colocar al recién nacido en contacto con la piel de la madre inmediatamente después del alumbramiento. De esta manera, se ayuda a la mujer a reconocer el momento en que el bebé está listo para ser alimentado y facilitar la primera prendida.
¿Cuándo es el mejor momento para el destete?
Tanto la madre como su hijo se adaptan a las distintas circunstancias que se presentan en el desarrollo. “El destete ocurre cuando la madre y/o el niño lo deseen, exceptuando algunas causas específicas que un profesional médico considere, como una amenaza de aborto o parto prematuro ante un nuevo embarazo. Cada familia debe tomar decisiones en base a la información brindada por el profesional”, explica la Dra. Pedraza
Y agrega: ”La mejor estrategia para el destete es que se dé en forma gradual, consensuada. En caso de que sea una decisión materna, es importante que ésta le pueda ofrecer al niño diferentes alternativas a la necesidad del contacto que su hijo establece en el acto de amamantar. Si es el niño quien lo decide, será la madre quien deba ocuparse de sus pechos y procesar esta decisión de su hijo”.
¿Cómo sortear complicaciones?
Dentro de las complicaciones más frecuentes para la madre durante la lactancia figuran las grietas y erosiones del pezón debido a una mala adaptación de la boca del bebé, que se resuelve a medida que avanza el proceso de lactancia mejorando la técnica de amamantamiento.
“A veces, por la humedad en la zona del pezón, puede aparecer una infección generada por un hongo (Cándida Albicans), que se trata con antimicóticos locales. Otra complicación son las mastitis, que deben ser tratadas a tiempo con antibióticos para evitar que el proceso avance y se forme un absceso, que puede requerir un drenaje por punción o quirúrgico”, detalla la Dra. Gabriela Candás, miembro de la Sociedad Argentina de Mastología y cirujana mastóloga del Hospital Británico de Buenos Aires.
Lactancia y Covid-19
Foto de archivo con su bebe recién nacido en una cabina sanitizada mostrando al pequeño a sus familiares, en medio de la pandemia de coronavirus Jul 31, 2020. REUTERS/Daniel Becerril
No se ha demostrado la transmisión de Covid-19 a través de la leche humana. Por lo tanto, las madres que hubiesen contraído la enfermedad o son contacto estrecho pueden seguir amamantando a sus bebés tomando todos los cuidados para evitar el contagio. Debido a que la transmisión del virus es a través de las secreciones respiratorias, es importante el lavado de manos y uso de los elementos de protección como el tapabocas que cubran completamente la nariz y la boca, el cual debe ser inmediatamente sustituido en caso de tos o estornudo, o ante cada nueva toma.
Si la madre no se siente en condiciones de salud para amamantar directamente, pueden darle, con la colaboración de otra persona que no esté enferma, leche previamente extraída.
La lactancia materna crea una relación única entre madre e hijo la que reduce los efectos negativos relacionados con la cuarentena y el estrés debido a la pandemia. Las recomendaciones actuales aconsejan fuertemente mantener la lactancia materna. Trabajos de investigación han mostrado la transmisión de anticuerpos contra el SARS-COV- 2 a través de la leche materna no sólo en las madres que contrajeron la enfermedad sino también en aquellas que han sido vacunadas.
Actualmente, y en función de los datos de seguridad y eficacia de los que se dispone, no existe contraindicación para recibir ninguna de las vacunas que se encuentran autorizadas en el país. Al igual que sucede tras la vacunación contra otros virus, la leche de madres lactantes vacunadas contra el Covid-19 contiene anticuerpos generados por la vacuna, lo que protegería al lactante.
Mitos y verdades de la lactancia materna
Desde la Sociedad Argentina de Mastología (SAM) destacan los mitos que existen sobre la lactancia y el cáncer de mama. “Existe la creencia que en las mujeres que han tenido un cáncer de mama, la lactancia podría aumentar el riesgo de recaída de la enfermedad, aunque no hay evidencia que avale esto. El deseo de amamantar de la madre que ha tenido un cáncer de mama debe ser respetado como el de todas las madre”, dice la Dra. Candás.
En la mujer que ha sido tratada por un cáncer de mama, puede ser que tenga dificultad para amamantar del lado afectado: “Hay muchas teorías para explicarlo, las más aceptadas están relacionadas a cambios fibróticos a nivel de los conductos, en especial ocasionados por la radioterapia. Por otra parte, puede ocurrir que sea el bebé el que rechace la leche del lado operado, se desconoce el motivo real, pero es importante que la mama sepa que puede continuar con una lactancia exitosa de un solo lado”, explica la Dra Candás.
En el caso de una mujer que ha pasado por el diagnóstico de un cáncer de mama y ha quedado embarazada luego de haber sido tratada, poder amamantar es una experiencia que va a tener un impacto positivo en su bienestar y calidad de vida. “Se le debe brindar todo el asesoramiento y acompañamiento necesario por parte de profesionales dedicados al cuidado de la lactancia para que pueda llevarlo a cabo de la manera más placentera para ella y el bebé”, agrega.
Controles, la base de la prevención
Los estudios mamarios como la mamografía y la ecografía no están contraindicados durante la lactancia, por lo cual cada mujer puede continuar con sus controles habituales. En caso de detectar un nódulo palpable en una paciente que se encuentra amamantando, la ecografía es el método más sensible y por eso, el primero que se solicita.
La resonancia magnética con contraste (gadolinio) puede realizarse también. Si bien el gadolinio tiene baja excreción en la leche materna y ha demostrado ser seguro para el bebé, algunas entidades recomiendan descartar la leche de las primeras 12 o 24 horas para mayor seguridad.
En caso de ser necesario, las punciones mamarias pueden realizarse y no es necesario suspender la lactancia. La complicación descrita asociada a este procedimiento es la fístula láctea (salida de leche por el orificio de la punción), evento extremadamente raro.
En primera persona: la importancia de estar informadas para una lactancia exitosa y saludable
Miriam Davalos estuvo con sus gemelas en la Clínica y Maternidad Suizo Argentina. Tiene 36 años y vive en Avellaneda. Es oriunda de Paraguay, pero hace 17 años que está en el país. Ella y su pareja pasaron por un accidente y luego de eso decidieron buscar un bebé. Decidieron hacer una inseminación in vitro. Pusieron dos embriones que se habían formado y se desarrollaron los dos. Las gemelas nacieron de 32 semanas por que no le llegaba el oxígeno suficiente a una de las dos nacieron el 1º de junio de este año, y estuvieron un mes y una semana en neo. Aquí comparte su experiencia:
“Como las bebés estaban bien -solo una de ellas necesitó oxígeno- pude tenerlas siempre en brazos. A partir de la semana 33 pude empezar a darles la teta. En neo, todo empieza cuando el equipo de puericultoras se encarga de explicarles todo a las mamás. Por ejemplo, como es el tema de la bajada del calostro, que para mi fue toda una novedad, no tenía idea de eso, lo que es el pecho estímulo, que es la estimulación para que se prenda el bebe a la teta, la importancia de darles el tiempo que el bebe necesita, etc. Yo no tuve pechos lastimados y ellas se prendieron rápido con una buena succión, gracias a la ayuda de las profesionales que es es fundamenta, y no sabía que lo hacían, pero estar acompañado en ese momento es realmente importante”, cuenta Miriam.
La participación de las puericultoras fueron fundamentales para Miriam: “Esas mínimas correcciones hacen la diferencia a la hora de alimentar al bebé. Creo que quienes no tienen la posibilidad de la ayuda de las puericultoras, y más estando en neo, se nota muchísimo. Creo que falta información para aquellas mamás que no tienen la posibilidad de tener contacto con la puericultura. Yo vi la diferencia entre mis amigas que no lo tuvieron y yo que sí la tuve”, determina.
“Lo clave sería promover educación sobre el tema a nivel general, por ejemplo un programa cortito para todas, y me parece fundamental que se dé después del embarazo, porque en el curso de preparto te hablan sobre lactancia, pero una está con la cabeza en el nacimiento”, finalizó.
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