La primera organización en pedir la renuncia del primer ministro de Haití es la Oficina de Atención al Ciudadano (OPC), la cual exige a Ariel Henry que se ponga a disposición de la justicia luego que se confirmara las conversaciones telefónicas de él con uno de los principales acusados del magnicidio.
El defensor del pueblo, Renan Hédouville, mostró su indignación por las supuestas conversaciones entre Henry y Jospeh Badio, un prófugo de la justicia haitiana que es señalado de orquestar la muerte del presidente Jovenel Moïse hace poco más de dos meses.
“La OPC está indignada y atónita tras la confirmación de tales datos y pide la dimisión del primer ministro Ariel Henry”, escribió el defensor del pueblo el cual pide además a la comunidad internacional que destituya al primer ministro: “que se convierta en uno de los sospechosos del asesinato del presidente Jovenel Moïse”.
Se recuerda que hace varios días la Fiscalía haitiana solicitó a Digecel (una empresa de telecomunicaciones internacional) los registros de las llamadas telefónicas de Henry desde el día 1 al 15 de julio, con los que se determinó, de acuerdo al informe de dicha empresa, que el primer ministro sostuvo conversaciones con el prófugo previo a perpetrarse el crimen contra el primer mandatario haitiano.
Además del defensor del pueblo, otras organizaciones se han unido a la petición para que el funcionario dimita y se ponga a disposición de la justicia y no entorpezca las investigaciones en torno al magnicidio, tal como han reportado medios en la vecina nación.
Las requisiciones llegan en momentos en que Henry se apresta a consolidar la clase política de cara a la próximas elecciones presidenciales y la apertura de la clase en ese país que está inmerso en una de sus peores crisis de su historia luego del más reciente terremoto de 7,2 grados en la parte sur del país, que dejó más de 2000 muertos.