¿Cómo bajar de peso durante el embarazo sin afectar al bebé?

Bajar de peso durante el embarazo es un pensamiento recurrente de muchas mujeres, quienes desean conservar el aspecto físico y engordar lo posible.

Sin embargo, parte de este aumento se produce por el crecimiento del bebé, la placenta y el líquido amniótico. Por este motivo, no todos estos kilos están de más, sino que forman parte de los cambios fisiológicos de la gestación.

De esta manera, te explicaremos cómo mantener un peso adecuado para llevar adelante esta etapa en las mejores condiciones de salud.

¿Es posible bajar de peso durante el embarazo?

A simple vista, bajar peso durante el embarazo resulta una contradicción. Cualquier persona sabe que el organismo de la mujer sufre una serie de cambios físicos esperables, entre los cuales está el crecimiento del útero.

Este incremento natural del peso corporal se produce de manera gradual y los kilogramos que se ganan en el embarazo varían de una gestante a otra.

Generalmente, el aumento de la masa corporal está relacionado a las características del organismo de la mamé y del bebé. Y en ocasiones poco usuales, como algunos embarazos múltiples, el peso se duplica.

Por lo tanto, en lugar de proponerte bajar de peso, lo que debes hacer es mantener un peso adecuado en relación a tu peso habitual. Y esto lo puedes lograr por medio de las estrategias que te contaremos a continuación.

1. Mantén un control médico constante

¿No dejas de pensar en bajar de peso durante el embarazo? Entonces, visita a un médico especialista en nutrición de la embarazada para que te asesore adecuadamente.

En primer lugar, es necesario conocer tu estado de salud y cómo se desarrolla tu bebé. Lo óptimo es que realices todos los controles de salud obstétricos desde las primeras semanas de gestación.

2. Adopta una alimentación saludable

Los hábitos de alimentación saludable son fundamentales para mantener una vida sana, más aún durante el embarazo.

Comer sano probablemente no alcance para ayudarte a bajar de peso, pero sí va a permitirte mantener índices normales para cada etapa del embarazo.

Recuerda que los antojos y la ingesta exagerada de cierto tipo de alimentos contribuye al exceso de peso. Además, aumenta la probabilidad de padecer complicaciones del embarazo, como la diabetes gestacional.

Finalmente, mantener una dieta saludable en el embarazo también es importante para el bebé, ya que todo lo que consumes llega a su pequeño organismo en desarrollo. El principal objetivo es mantener un peso adecuado, sin afectar la vida que crece adentro tuyo.

3. Realiza actividad física

La mayoría de las personas cree que las mujeres embarazadas no deben realizar actividad física, lo cual es totalmente erróneo y perjudicial. Aunque el ejercicio durante embarazo presenta algunas contraindicaciones, en la mayoría de los casos es una práctica sumamente importante.

Si la gestante no realiza ningún tipo de actividad física, corre el riesgo de sufrir problemas de salud relacionados con el sedentarismo. Entre ellos, el sobrepeso y otros desórdenes del metabolismo.

Por lo anterior, lo más aconsejable es que realices actividad física con frecuencia, de intensidad leve y moderada. Te aconsejamos que busques asesoramiento profesional por parte de un entrenador capacitado, además del aval de tu médico obstetra.

Lo ideal es que sigas las recomendaciones de tu entrenador, pero en términos generales puedes realizar actividades como natación, caminatas, yoga y pilates.

¿Bajar de peso durante el embarazo a cualquier costo?

Más allá de bajar de peso, lo ideal es mantener un aumento en relación al peso que tenías antes del embarazo. Por eso, debes averiguar con tu obstetra cuál es el aumento esperable y saludable para ti.

Si superas este valor, puede ser necesario descartar algunas complicaciones de salud del embarazo, como la preeclampsia. De esta manera, el seguimiento profesional de tu embarazo resulta fundamental.

Algunas embarazadas cometen el error de adoptar estrategias poco saludables para bajar de peso en el embarazo, como dietas ‘milagrosas’, pautas nutricionales restrictivas o rutinas de ejercicio intenso. Todas ellas pueden poner en riesgo la salud de la mamá y del bebé.