Una constructora japonesa KI Star Real Estate ha puesto a la venta diminutas edificaciones que pueden servir como oficinas domésticas en un intento de solucionar la falta de espacio para los trabajadores remotos. Así lo anunció la compañía en su página oficial.
El llamado Hanare Zen, una construcción de 91 centímetros de ancho y 1,8 metros de largo, puede ser edificada junto a la casa de los clientes en tan solo dos días y dispone de una salida de aire acondicionado, un mostrador que se puede usar como escritorio , y un área de almacenamiento que se convierte en una estantería.
“Está pensado para las personas que tienen dificultades para encontrar un espacio cómodo para trabajar en su casa y no quieren estorbar a su familia“, explicó la portavoz de la compañía Chisa Uchiyama a The Guardian.
Si bien la construcción es más que compacta, el interior cuenta con acabado de piso y papel tapiz, y tiene el mismo rendimiento de aislamiento térmico que una casa, lo que hace posible su uso durante todo el año. Aparte de funcionar como un estudio para teletrabajo, sirve como un espacio para clases a distancia, una pequeña sala para pasatiempos o área de almacenamiento.
La constructora empezó a aceptar pedidos del Hanare Zen, cuyo precio comienza desde 559.000 yenes (unos 5.200 dólares), el 6 de septiembre. De momento, el área de ventas de la minioficina se limita a la región de Kanto.
RT