La aclamada capitana de la selección nacional de voleibol, conocida mundialmente como Las Reinas del Caribe, Priscilla Rivera, finalmente formalizó su retiro oficial de este deporte, despidiéndose a lo grande ganando el MVP de la recién finalizada Copa Panamericana de Voleibol Femenino.
Ayer, Rivera fue la jugadora clave para que las Reinas del Caribe se quedaran con la medalla de oro frente a Mexico 3-0 (25-15, 25-21, 25-14) en la final de la Copa Panamericana de Voleibol Femenino, celebrado en el Palacio Ricardo –Gioriver- Arias.
Para despedirse, Rivera escribió una serie de emotivos mensajes en su cuenta de Twitter en el que agradece a la fanaticada y al presidente de la Federación Nacional de Voleibol, Cristóbal Marte, a quien definió como su padre, por todo el apoyo por más de 20 años en ese deporte.
“Dios me bendijo de una manera tan especial que no me hizo consciente hasta el día de hoy, no pedí lo que he recibido más sin embargo me dio la bendición más grande que puede aspirar un atleta, el reconocimiento, amor, cariño y respeto de mi familia mi gente, mi país, mis compañeras, mis entrenadores y mi padre por elección Cristobal Marte”, escribió la voleibolista.
La capitana, al subir una imagen en la que se observa besando el suelo de la cancha que la vio por última vez jugar el voleibol profesional, agradeció tanto a sus compañeras como a las jugadoreas rivales por compartir con ella ese deporte.
“Mi país, mi bandera, mi hermosa y Amanda República Dominicana. En ese beso queda plasmado el respeto que tuve por lo que hice durante más de 20 años, tanto por mí misma, como por mis compañeras e incluso mis rivales y por último pero no menos importante, por lo que represente y representare hasta el último latido de mi corazón. Esto es una despedida a medias, porque yo tengo un matrimonio sin divorcio con el deporte y con mi familia que elegí del voleibol. Solo me resta decir: Que orgullosa de ser Dominicana. Gracias”, indicó Marte.
Rivera, quien concluyó con 13 puntos, recibió por segunda ocasión la distinción. La primera vez que conquistó el premio de JMV fue en el certamen celebrado en México en 2010, luego de que República Dominicana derrotara a Perú.
Con la victoria, las criollas finalizaron con un total de 21 sets ganados de manera seguida en la justa tras vencer, en partidos anteriores y marcadores 3-0 a sus similares de Cuba (25-17, 25-12, 25-20), México (25-22, 25-12, 25-17), Puerto Rico (25-11, 25-10, 25-20), Canadá (25-11, 25-15, 25-20), Estados Unidos (25-22, 25-15, 25-12), en la serie preliminar. En tanto, que en la semifinal se impusieron a las canadienses 25-15, 25-20, 25-21.