El presidente del Instituto Derteano y ex juez del Tribunal Constitucional, doctor Wilson Gómez Ramírez, advirtió que el concurso de la comunidad internacional para ayudar a Haití es indispensable, porque ellos no están en capacidad de resolver problemas puntuales debido a que existe un ambiente difícil de controlar, porque hay una especie de institucionalización de las bandas criminales.
Manifestó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) tienen que plantearse seriamente la situación de Haití.
Calificó correcta la posición del presidente Luis Abinader y sus homólogos de Costa Rica, Carlos Alvarado Quezada, y de Panamá, Laurentino Cortizo, de llamar a la comunidad internacional a tomar una serie de acciones urgentes en Haití, tendentes a lograr el desarme, la creación de empleos y la recuperación de las cuentas hidrográficas.
Gómez sostuvo que este llamado significa un esfuerzo digno por la búsqueda de una solución a los problemas del vecino país.
“El concurso de la comunidad internacional realmente es indispensable para la nación haitiana, ellos no están en capacidad de resolver problemas que son puntuales, ahí hay mucha división, muchas confrontaciones, hay la ausencia de liderazgo válido, en capacidad de asumir por sí solo la dirección de aquello”, acotó.
El jurista fue entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa Esferas de Poder, que se transmite los domingos de 8:00 a 9:00 de la mañana, por RNN Canal 27.
El reputado jurista sostuvo que la muerte del presidente Jovenel Moise dejó claro que hay una situación de imposibilidad de controlar acciones de determinados grupos.
Aunque se ha hablado mucho, dijo que no se avizora posibilidad de un descubrimiento de los autores del magnicidio y de una información creíble.
Gómez consideró que la comunidad internacional ha perdido tiempo con la situación de Haití, donde nada está bajo control, por lo que se pudo haber expresado la solidaridad con mayor sentido de oportunidad.
“Eso debió hacerse hace tiempo, desde cuándo no se está reclamando la manifestación de esa solidaridad internacional a favor de esa nación, que está además de afectada en los términos políticos, bien afectada como consecuencia de las inclemencias de la naturaleza, que se han expresado allí con mucha fuerza”, significó.
Respaldó el llamado y el esfuerzo permanente a los fines de que la comunidad y organismos internacionales intervengan y vayan en auxilio de Haití, respetando siempre su soberanía.
“Nosotros creemos que efectivamente la posición de la autoridad dominicana, de la representación dominicana, en el caso particular del Presidente de la República, que tiene a cargo la política internacional, es correcta”, agregó.
Afirmó que República Dominicana lo que ha hecho hasta ahora con Haití es colaborar de manera permanente, coherente y sistemática.
“Nosotros tenemos un gran peso, ya el 20% del Presupuesto General de la Nación se vierte para cubrir los costos de parturientas haitianas que vienen a República Dominicana, que de por sí es una gran carga”, significó.
PEDRO SANTANA NO MERECE ESTAR EN EL PANTEÓN NACIONAL
El presidente del Instituto Duartiano, doctor Wilson Gómez Ramírez, afirmó que los restos del general Pedro Santana no merecen estar en el Panteón Nacional, ya que no puede ser considerado como un patriota.
El ex magistrado del Tribunal Constitucional aseguró que, tras la independencia nacional, Santana siempre estuvo del lado de la idea de un protectorado, sin importar de quien fuera.
“Pedro Santana no puede ser considerado como un patriota y no lo fue. El desde el primer momento evidenció que no era un hombre de fe ni creía tampoco en el proyecto patrio”, sostuvo.
Gómez Ramírez narró que el comportamiento del caudillo fue impropio, cuando Juan Pablo Duarte fue enviado a Baní a reforzar las tropas juntamente con Santana.
El activista defensor de la soberanía significó que una espada luminosa defensora de la soberanía en todo el sur del país fue la del general Antonio Duvergé, al cual Santana mandó a ejecutar junto a su hijo mayor.
“Santana en todo momento maniobró en contra del interés nacional”, insistió, quien agregó que, con motivo de la Asamblea Constituyente de 1844, impuso el artículo 210 de la Constitución para cometer tropelías, abusos y desmanes sin consecuencias.
Deploró que la independencia nacional la celebró ejecutando a María Trinidad Sánchez, a su hijo de crianza Andrés Sánchez, hermano de Francisco del Rosario Sánchez, y otra persona.
