Johannesburgo.– Los casos de covid-19 relacionados con la nueva variante ómicron que se detectaron hasta la fecha en Sudáfrica fueron “suaves”, si bien el número de contagios identificados aún es bajo para sacar conclusiones y la situación puede cambiar en las próximas semanas, según expertos sudafricanos.
“Los síntomas son suaves (…) Dentro de dos semanas podríamos tener una imagen diferente, pero por ahora así es como es”, indicó la doctora sudafricana Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica (SAMA, por sus siglas en inglés), en declaraciones este domingo a la cadena de televisión local Enca.
En opinión de esta médica, a la vista de lo observado por los facultativos, la situación por el momento no justificaría el “pánico” generado.
Otros expertos del país, sin embargo, incidieron que es muy pronto para extraer conclusiones dado el escaso número de casos identificados.
“Las observaciones de los médicos clínicos sobre el terreno son siempre importantes y nos apoyamos considerablemente en ellas, pero tenemos que ser cautos con los informes tempranos de que todos los casos de esta variante son suaves”, puntualizó el especialista en enfermedades contagiosas Richard Lessells, a través de las redes sociales, tras las expectativas generadas por Coetzee.
Lessells hizo hincapié también en que muchos de los casos que está registrando en estos días Sudáfrica -en general, no específicamente los ya identificados con la variante ómicron- fueron entre personas jóvenes.
“Con esto y con la demora temporal (necesaria) para que las infecciones progresen hacia la enfermedad severa y la hospitalización, solo podríamos esperar ver el impacto en las hospitalizaciones en las próximas semanas”, recalcó este experto a través de Twitter.
El descubrimiento de esta nueva variante del coronavirus, identificada como B.1.1.529 y bautizada con la letra griega ómicron por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue anunciado el jueves por científicos y autoridades sanitarias de Sudáfrica, a partir de muestras tomadas a mediados de noviembre.
En el momento del anuncio se habían identificado ya contagios en Botsuana y en Hong Kong (China), pero posteriormente se añadieron detecciones en Israel, en Bélgica (un caso de una viajera procedente de Egipto sin aparentes vínculos con el sur de África), Australia, Reino Unido y otros lugares.
La nueva variante -de la que, no obstante, aún hay muy pocos casos confirmados en total- se caracteriza por presentar un número inusualmente alto de mutaciones, cuyo impacto aún debe ser estudiado.
La OMS, al categorizarla este viernes como variante de riesgo, reconoció, no obstante, que algunas de estas nuevas mutaciones parecen sugerir una aún mayor capacidad de transmisión que las variantes anteriores.
Pese a la escasa información disponible (por la temprana detección), numerosos países, incluido el Reino Unido, Estados Unidos y las naciones de la Unión Europea, anunciaron rápidamente drásticas restricciones de viaje para los países del sur de África.