Martha Sepúlveda se ha convertido en la segunda paciente no terminal que fallece en Colombia después de que se le practique la eutanasia. La mujer, de 51 años, padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Su muerte se produjo el pasado 8 de enero en el Instituto Colombiano del Dolor, en Medellín, según informó este domingo a través de un comunicado el Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
“Accedió a la eutanasia y murió de acuerdo con su idea de autonomía y dignidad”, dice el texto, que agrega que “Martha partió agradecida con todas las personas que la acompañaron y la apoyaron, a quienes oraron por ella y tuvieron palabras de amor y empatía durante esos meses difíciles”.
Sepúlveda tenía programada su eutanasia para el pasado 10 de octubre, pero fue suspendida en el último momento cuando el Comité Científico Interdisciplinario para el Derecho a Morir con Dignidad determinó que no se cumplía “el criterio de terminalidad como se había considerado en el primer comité” que había evaluado su caso.
El procedimiento solo se reanudó después de que el pasado 27 de octubre un juez de tutela ordenara que se siguiera adelante. Si no se hubiera producido la demora, Sepúlveda se habría convertido en la primera paciente a la que se le hubiera practicado la eutanasia sin que su enfermedad se encontrara en estado terminal en Colombia.
El magistrado que resolvió el caso consideró que el IPS Incodol había “vulnerado los derechos fundamentales a morir dignamente, a la vida digna, al libre desarrollo de la personalidad y la dignidad humana de Martha Sepúlveda”. El caso suscitó un amplio debate social.
La mujer había manifestado reiteradamente, incluso ante los medios de comunicación, su deseo de morir para dejar de sufrir después de que su estado de salud empeorara tras su diagnóstico y su calidad de vida empeorara.
El primer caso, unas horas antes
El primer paciente no terminal al que se le practicó la eutanasia falleció en Colombia tan solo unas horas antes que Sepúlveda. Se trataba de Víctor Escobar, un transportista de 60 años que padecía varias afecciones degenerativas.