En una especie de limbo se encuentra el recinto penitenciario Las Parras o mejor conocido como la Nueva Victoria, estancado y sin poder funcionar debido a que forma parte del expediente acusatorio de la denominada Operación Medusa y es objeto de una auditoría por parte de la Cámara Cuentas de la República Dominicana.
Roberto Hernández Basilio, director general de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC) explicó que el recinto es objeto de una auditoría y de una investigación judicial abierta.
“Hace un tiempo el Estado inició la construcción de un recinto en Las Parras, en el municipio Guerra, de la provincia Santo Domingo, pero ese proyecto, como todos sabemos, forma parte de un expediente del Ministerio Público y está en proceso de una auditoría por la Cámara de Cuentas”, indicó.
Entiende que el recinto bien podría ser la solución a los problemas ancestrales de la cárcel La Victoria, donde el pasado fin de semana se produjo la muerte de tres reclusos y nueve heridos tras enfrentamientos entre dos grupos con armas blancas y de fuego.
“Debemos reconocer que estos males en La Victoria tienen mucho que ver con un sistema que históricamente ha tenido deficiencias estructurales y estamos hablando de un recinto que ahora tiene una población de más de 7,000 privados de libertad”, dijo Hernández Basilio.
La penitenciaría Las Parras o Nueva Victoria es proyectada con capacidad para albergar a ocho mil 745 privados de libertad, alrededor de mil 500 más, que la población carcelaria actual de La Victoria, que asciende a siete mil 200.
La obra fue diseñada en el 2018 y fue parcialmente inaugurada a finales del mandato del entonces presidente Danilo Medina y el exprocurador Jean Alain García, pero casi año y medio después, no ha podido albergar a ningún privado de libertad y no se tiene claro para cuándo podría ser funcional.
Las actuales autoridades recibieron el recinto a partir del 16 de agosto del 2020 y de inmediato denunciaron fallas estructurales de origen, falta de agua, electricidad y otros detalles que lo hacen inoperable.
La pandemia del Covid-19 provocó la suspensión de los trabajos de rehabilitación y reajuste del diseño y luego encontró otro tropiezo o estancamiento con la Operación Medusa por la guarda prisión preventiva el exprocurador Rodríguez y otros colaboradores suyos.
La obra tuvo un presupuesto inicial de seis mil 966 millones de pesos, pero no está claro cuánto se requiere para ponerla a funcionar adecuadamente y así poner fin a décadas de hacinamientos y vejaciones en La Victoria.
