Las banderas de los edificios gubernamentales en Nueva York ondean hoy a media asta en tributo al policía dominicano asesinado anoche en Harlem, y que ha sido identificado como Jason Rivera, mientras que su compañero, identificado como Wilbert Mora, continúa en estado crítico.
Rivera, de 22 años, y Mora, de 27, habían acudido por la llamada de auxilio de una mujer que estaba en medio de una discusión con su hijo, quien se refugió en el dormitorio del apartamento, desde donde disparó a los agentes.
En el intercambio de disparos en un hogar del vecindario de Harlem murió el policía, y el agresor, Lashawn McNeil, con expediente criminal y de quien inicialmente se informó que había muerto, también está en condición crítica, según medios de prensa.
Es el tercer incidente armado con víctimas que se registra entre la policía en una semana en que dos agentes resultaron heridos de bala en hechos ocurridos el martes y jueves.
“Perdí a mis compañeros oficiales en el cumplimiento del deber. Recuerdo el miedo de mi madre por sus hijos cuando íbamos a trabajar todos los días”, indicó en un tuit poco después del incidente el alcalde y expolicía, Eric Adams, quien hoy ordenó que las banderas de las agencias municipales ondeen a media asta.
La violencia no ha dado tregua a Adams, que asumió el cargo el pasado 1 de enero.
Durante su campaña electoral prometió que su prioridad sería combatir la violencia en las calles de esta ciudad, donde esta semana también una niña de un año resultó herida en la cara por una bala perdida mientras estaba en un coche con su madre.
Tras el nuevo incidente con los policías, Adams pidió ayuda a Washington para detener el tráfico de armas hacia esta ciudad, mientras que la gobernadora Kathy Hochul firmó una orden ejecutiva declarando un estado de emergencia por la violencia armada, con el fin de acelerar el trámite de los fondos asignados para ese propósito.
“Debemos afrontar urgentemente la plaga de violencia armada en nuestro estado. Se están perdiendo demasiadas vidas y demasiados neoyorquinos viven con miedo. Esta es una crisis”, dijo Hochul al firmar la orden, poco después del tiroteo que costó la vida al policía latino. .
Recordó que en el nuevo presupuesto del estado que presentó esta semana propuso triplicar los recursos para detener el flujo de armas ilegales hacia el estado, así como para los programas que abordan las causas fundamentales de la violencia.
“Me niego a permitir que nuestras ciudades sean presa del miedo. Los neoyorquinos merecen la acción de sus funcionarios electos, y la obtendrán”, afirmó Hochul.
En julio del año pasado el entonces gobernador Andrew Cuomo decretó también un estado de emergencia por la violencia de las armas que luego Hochul, que le sustituyó en el cargo, extendió hasta noviembre.
EFE