Tras generar un aluvión de acusaciones de nepotismo al anunciar la contratación de su hermano para un alto cargo municipal, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, contará finalmente con él en su equipo, pero le pagará solo un sueldo simbólico.
Adams había decidido este mes situar a su hermano Bernard, de 56 años y sargento de policía retirado, a cargo de su seguridad, un puesto con un salario anual de 210.000 dólares, lo que generó fuertes críticas en la ciudad.
Finalmente, según documentos a los que hoy tuvieron acceso medios locales, el nuevo alcalde neoyorquino -que asumió el cargo el 1 de enero- ha propuesto que su hermano ocupe ese rol, pero con un sueldo simbólico de un dólar anual y con unas competencias reducidas.
El plan ha recibido ya el visto bueno de la oficina municipal encargada de supervisar posibles conflictos de intereses, a la que Adams consultó esta semana y que ha aprobado una excepción a la regla que prohíbe a los regidores de la ciudad contratar o beneficiar económicamente a familiares.
Esa oficina ya había permitido en el pasado a otros alcaldes contar con miembros de su familia, siempre en puestos no remunerados.
Según su decisión, Bernard Adams deberá cobrar un dólar al año, su título será “asesor sénior de seguridad del alcalde” en lugar de “director ejecutivo de seguridad” y no tendrá ningún tipo de autoridad sobre miembros del Departamento de Policía.
Un portavoz de la Alcaldía confirmó la noticia al diario New York Post y agradeció a Bernard Adams su disposición a trabajar para la ciudad incluso sin salario.
Según este medio, Adams podrá seguir recibiendo en su nuevo puesto la pensión policial de la que venía disfrutando desde hace años.
Inicialmente, el alcalde planeaba situar a su hermano a cargo no solo de su propia seguridad, sino de la de otros altos funcionarios, un puesto con un salario aún mayor (unos 240.000 dólares anuales), aunque rápidamente rebajó su papel tras llegar el asunto a la prensa.
Eric Adams ha defendido que quiere tener a una persona cercana y que lo entienda como responsable de su seguridad.
“Si tengo que poner mi vida en manos de alguien, quiero ponerla en manos de una persona en la que confíe mucho”, aseguró recientemente a los periodistas.
EFE