Un grupo internacional de astrónomos descubrió un asteroide que sigue la órbita de la Tierra, circunstancia que lo hace ser tan solo el segundo objeto de este tipo jamás detectado en la ruta de nuestro planeta.
Denominado 2020 XL5, el cuerpo celeste pertenece a los llamados asteroides troyanos, de los que se conocen miles, aunque no se han hallado otros que compartan esa ubicación orbital.
El recién descubierto troyano se mantendrá en su órbita actual por lo menos 4.000 años, antes que las oscilaciones en su movimiento alcancen el grado que lo expulsará de la órbita terrestre hacia otras zonas del espacio, según un informe publicado en Nature Communications.
La roca en cuestión, de 1.180 metros de diámetro, es de tipo carbonáceo y se encuentra entre los objetos más antiguos del Sistema Solar, por lo que es un objeto de interés en el contexto de la investigación de las etapas tempranas del sistema planetario.
Los asteroides troyanos se mueven alrededor del Sol compartiendo la órbita de un planeta, moviéndose cerca de puntos estables de equilibrio gravitatorio (conocidos como puntos de Lagrange), bien sea delante o detrás del planeta.
Los astrónomos de la NASA descubrieron el primer asteroide troyano de la Tierra hace más de una década. El denominado 2010 TK7 mide 300 metros de diámetro y permanecerá en la órbita terrestre durante unos 15.000 años.
La observación de estos dos objetos les proporciona a los astrónomos un instrumental para la búsqueda de otros potenciales troyanos aún no conocidos.
“Si somos capaces de descubrir más troyanos terrestres, y si algunos tuviesen órbitas con inclinaciones más bajas, podría ser más barato llegar a ellos que a nuestra Luna”, comentó el investigador César Briceño, del centro astronómico estadounidense NOIRLab.