AFP.- Un bebé de un año murió en brazos de su madre durante maniobras de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago para interceptar una embarcación donde viajaban migrantes ilegales que partieron desde Venezuela, confirmaron autoridades trinitarias este domingo.
El hecho se registró a la medianoche del sábado cuando agentes trinitarios a bordo de la embarcación militar ‘TTS SCARBOROUGH’ detectaron un barco que cruzó la frontera entre Trinidad y Tobago y Venezuela.
Cuando finalmente se detuvo “se descubrió que había inmigrantes ilegales a bordo que habían permanecido ocultos y, por lo tanto, no habían sido vistos antes. Se descubrió una migrante ilegal adulta que sostenía a un bebé y que indicó que estaba sangrando”, añadió el texto de la Guardia Costera.
La mujer fue estabilizada y trasladada a un centro de salud local, pero “lamentablemente, se encontró que el bebé no respondía”.
Según las autoridades, la embarcación procedente de Venezuela se negó a detenerse por lo que emplearon “disparos de advertencia” en “defensa propia”, pues alegan que temieron por las vidas de la tripulación ante la “embestida” que dicen haber sufrido por parte del barco donde se trasladaban los migrantes.
“Se utilizaron todos los métodos disponibles, incluido el uso del megáfono, el reflector de la nave y las bengalas, para intentar que la embarcación sospechosa se detuviera; sin embargo, continuó intentando evadir el TTS SCARBOROUGH”, señaló un comunicado.
La lancha salió la noche del sábado desde Delta Amacuro (este), un empobrecido estado con población en su mayoría indígena, donde se calcula que zarpan entre seis y 10 embarcaciones a diario con emigrantes que huyen de la crisis, contó a la AFP en activista de derechos humanos Orlando Moreno.
“Esto es un episodio que se veía venir porque ellos disparan a los motores de las embarcaciones para que se detengan, en este caso se les fue de las manos el protocolo”, indicó Moreno, quien ha estado en contacto con familiares del bebé fallecido.
Los zarpes clandestinos han dejado al menos un centenar de muertos y desaparecidos desde 2018,como resultado de una peligrosa travesía en embarcaciones precarias y con sobrepeso que cruzan los 120 kilómetros de trayecto marino que separan a ambos países.
Naciones Unidas estima que más de cinco millones de venezolanos han emigrado desde 2015 forzados por la aguda crisis en su país y que unos 25.000 viven en Trinidad y Tobago. Este país caribeño de 1,3 millones de habitantes sostiene que tiene registrados a 16.000.
Trinidad y Tobago ha endurecido su política de deportaciones para prevenir la entrada ilegal de personas, al señalar que sus habitantes se encuentran bajo “asalto” de inmigrantes ilegales que “usan niños inocentes” para sus fines.