Madrid, EFE.- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, desea que la investigación sobre los abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia Católica sea efectuada por el Defensor del Pueblo, con la ayuda de una comisión creada al efecto de expertos, víctimas y representantes eclesiásticos.
No obstante, deberá ser el Parlamento el que respalde la idea de Sánchez; el Partido Socialista, del que es líder, presentará en el Congreso una propuesta para encomendar al Defensor del Pueblo la redacción de un informe sobre los abusos.
Sánchez ya había avanzado que tenía una idea sobre cómo afrontar la investigación de esos abusos, pero que no tomaría una decisión hasta reunirse con el escritor Alejandro Palomas, el jueves pasado, después de que este asegurara que fue violado por un profesor cuando era niño y alumno de un colegio religioso de La Salle.
Finalmente, según informa el periódico El País y confirmaron a Efe fuentes gubernamentales, no habría una comisión parlamentaria de investigación, como reclaman otros partidos de izquierda, y la labor de recabar todos los datos la realizará el Defensor del Pueblo, institución que dirige Ángel Gabilondo.
Los socialistas, sin embargo, necesitarán convencer a otros partidos parlamentarios de que su propuesta es más adecuada para que se apruebe cuando se vote, pues carecen de mayoría suficiente en el Congreso.
El Defensor contaría con una comisión independiente de asesoramiento, formada por expertos, representantes de las víctimas, de la Iglesia y de varias administraciones públicas.
El objetivo es determinar responsabilidades, reparar a las víctimas y planificar las políticas públicas orientadas a la prevención y atención de estos casos; el informe final sería remitido al Parlamento y al Gobierno.
Sánchez ha venido defendiendo la necesidad de esa investigación con independencia de la decisión de la Fiscalía General del Estado de recabar todas las denuncias y querellas en tramitación sobre agresiones y abusos sexuales cometidos por religiosos contra menores.
El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal española, Luis Argüello, consideró recientemente que una comisión parlamentaria no es el ámbito adecuado para investigar los casos de pederastia en la Iglesia porque “influirán más las cuestiones políticas (…) que el interés real de las víctimas”.
