El príncipe Enrique, nieto de Isabel II, “no se siente seguro” de viajar al Reino Unido tras perder la protección policial financiada por los contribuyentes, sostuvo su equipo legal ante el Tribunal Superior de Londres, según informó The Guardian.
En el marco de la primera audiencia para que se restablezca la protección policial durante la estancia del duque de Sussex en el país, su abogada, Shaheed Fatima, expresó la preocupación del príncipe por las medidas de seguridad establecidas cuando él y Meghan Markle decidieron alejarse de la realeza en 2020.
Tras renunciar a sus responsabilidades monárquicas, a los duques de Sussex se les retiró la escolta policial. Por ello, Enrique propuso al Gobierno británico pagar personalmente por la protección de los servicios de seguridad pública, ya que los guardias privados con los que cuenta en EE.UU. no tienen acceso a la información de inteligencia del Reino Unido, que podría ser clave en la protección de él y de su familia.
No obstante, el Ministerio del Interior se negó a esa propuesta, por lo que el príncipe Enrique emprendió una acción legal para que el Gobierno británico reconsidere su decisión. “Este reclamo tiene que ver con el hecho de que el demandante no se siente seguro cuando está en el Reino Unido debido a las disposiciones de seguridad que se le aplicaron en junio de 2021 y que se le seguirán aplicando si regresa”, expresó Fatima. “No hace falta decir que quiere volver para ver a su familia y amigos y para seguir apoyando a las organizaciones benéficas que están tan cerca de su corazón. Por encima de todo, esta es, y siempre será, su casa”, concluyó.
Se cree que las preocupaciones de Enrique por su seguridad se deben a un incidente ocurrido en Londres en julio de 2021, cuando el príncipe regresó a la capital británica para la inauguración de una estatua de su difunta madre, la princesa Diana. Tras un acto benéfico, su coche fue supuestamente perseguido por fotógrafos.
RT