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Covid persistente: así es como agota al cuerpo

Covid persistente: así es como agota al cuerpo

Millones de personas siguen experimentando agotamiento, problemas cognitivos y otros síntomas de duración prolongada tras la infección por coronavirus.

No se sabe cuáles son las causas precisas de este padecimiento, conocido como covid persistente o long covid en inglés, pero hay nuevas investigaciones que nos ofrecen algunas pistas y especifican los estragos provocados en el cuerpo por la enfermedad y por qué pueden ser tan debilitantes.

El diagnóstico de covid persistente

Los pacientes con covid grave pueden terminar hospitalizados con un respirador hasta que los síntomas desaparecen. Es común que en las pruebas de diagnóstico habituales aparezcan los daños en el cuerpo resultantes de una covid grave : neumonía, baja oxigenación, inflamación.

La covid persistente es diferente: se trata de una enfermedad crónica con una amplia gama de síntomas, muchos de los cuales no se pueden esclarecer con pruebas convencionales de laboratorio. Las dificultades para detectar la enfermedad han hecho que algunos médicos no tomen en serio a los pacientes o que, por error diagnostiquen los síntomas como psicosomáticos. Pero los investigadores que han estudiado más a fondo a los pacientes con covid persistente han descubierto trastornos visibles en todo el cuerpo.

Los estudios calculan que tal vez del diez al 30 por ciento de las personas infectadas con coronavirus presentan síntomas a largo plazo. No se sabe por qué algunas personas desarrollan covid persistente y otras no, pero hay cuatro factores que, al parecer, aumentan el riesgo: altos niveles de ARN viral al inicio de la infección; la presencia de algunos autoanticuerpos; la reactivación del virus Epstein-Barr y padecer de diabetes tipo 2.

El sistema inmunitario

“Diablos, ¿por qué estoy siempre tan enfermo?”— Messiah Rodriguez, 17 años

Parece que, a diferencia de los pacientes que se recuperan completamente después de la covid, los pacientes con covid persistente tienen sistemas inmunitarios alterados. Muchos investigadores creen que una disfunción inmunitaria crónica después de una infección con coronavirus podría desencadenar una cadena de síntomas en todo el cuerpo.

Una posibilidad es que el cuerpo siga combatiendo lo que queda del coronavirus. Los investigadores descubrieron que el virus se propaga mucho durante la infección inicial y que el material genético viral puede permanecer incrustado durante muchos meses en los tejidos de los intestinos, los ganglios linfáticos y de otras partes del cuerpo.

Tiroides, Esófago, Bazo, Apéndice, Glándula suprarrenal, Ovario, Revestimiento uterino y Testículos

El ARN del coronavirus, visible en diferentes tejidos corporales con un aumento de 500x Daniel Chertow et al., preimpresión vía Research Square

Algunos estudios que están en curso intentan determinar si estos reservorios virales provocan inflamación en los tejidos circundantes, cosa que podría producir lagunas mentales, problemas gastrointestinales y otros síntomas.

Inicio del intestino delgado (duodeno), Final del intestino delgado (íleon terminal)

Los componentes del coronavirus persisten en el intestino delgado de un paciente, 92 días después del inicio de sus síntomas de covid. Christian Gaebler et al., Nature

Los investigadores también han hallado pruebas de que la covid puede desencadenar una respuesta autoinmune perdurable y perniciosa. En los estudios se han descubierto niveles extraordinariamente elevados de autoanticuerpos, los cuales atacan por error los propios tejidos del paciente muchos meses después de la infección inicial.

Una tercera posibilidad es que la infección viral inicial, quizás al reactivar otros virus que hay en el cuerpo del paciente y que por lo general están latentes, desencadene una inflamación crónica. En uno de los estudios, se descubrió que la reactivación del virus de Epstein-Barr, el cual infecta a la mayor parte de las personas cuando son jóvenes, podría ayudar a predecir si alguien desarrollará covid persistente.

Estas explicaciones pueden coexistir dentro del intrincado mundo del sistema inmunitario. Y así como los diferentes pacientes de covid persistente pueden tener diferentes síntomas, también pueden tener diferentes problemas de inmunidad. Para la elección del tratamiento, será primordial identificar los problemas principales presentes en la enfermedad de cada paciente, aseveró Akiko Iwasaki, inmunóloga en la Universidad de Yale.

Por ejemplo, quizás a un paciente con autoanticuerpos le funcionen bien los medicamentos inmunosupresores, mientras que un paciente con un reservorio viral de covid debería recibir antivirales, comentó Iwasaki. “El tratamiento debería ser muy diferente dependiendo de lo que tenga cada persona”.

El sistema circulatorio

“Algo tan sencillo como subir una escalera se convirtió de repente en una montaña”.— Eddie Palacios, 50 años

Muchos pacientes con covid persistente tienen dificultades para realizar actividades físicas mucho tiempo después de la infección inicial y experimentan una reaparición de los síntomas cuando hacen ejercicio. Los primeros estudios indican que es posible que un mal funcionamiento del sistema circulatorio afecte el flujo de oxígeno hacia los músculos y otros tejidos, lo que restringe la capacidad aeróbica y provoca una intensa fatiga.

En uno de los estudios, los pacientes con síntomas de covid persistente tuvieron respuestas imprevistas cuando se pusieron a andar en bicicleta. Pese a que su corazón y sus pulmones eran en apariencia normales, sus músculos solo podían obtener una pequeña parte de la cantidad normal de oxígeno de los vasos sanguíneos pequeños cuando pedaleaban, lo que reducía de manera muy notoria su capacidad para ejercitarse.

Es posible que esto se deba a que la inflamación crónica puede dañar las fibras nerviosas que ayudan a controlar la circulación, una condición que recibe el nombre de neuropatía de fibras pequeñas. Las fibras dañadas, las cuales se detectan mediante una biopsia de piel, están vinculadas con la disautonomía, una falla en las funciones que el cuerpo realiza automáticamente —como la frecuencia cardiaca, la respiración y la digestión— y que es muy común en los pacientes con covid persistente.

Fibras nerviosas dañadas

​​La inflamación crónica en pacientes con covid persistente puede dañar las fibras nerviosas pequeñas. Peter Novak et al., Annals of Neurology

Estos hallazgos demuestran que las personas con covid persistente están experimentando problemas físicos sistémicos y no solo están ansiosas o fuera de forma, señaló David Systrom, un especialista en la fisiología del ejercicio del Hospital Brigham and Women’s que colaboró en la realización del estudio de la bicicleta.

“No se puede inventar una neuropatía de las fibras pequeñas que arroja una biopsia de piel. Eso no se encuentra en la imaginación de nadie”, señaló Systrom. “No se puede inventar que exista poca obtención de oxígeno a este grado. Todos esos son indicadores objetivos de una enfermedad”.

Los investigadores sudafricanos descubrieron otro problema de circulación: coágulos microscópicos. Por lo general, los coágulos diminutos que se forman en una infección inicial de covid se rompen de manera natural, pero pueden perdurar en los pacientes con covid persistente. Estos coágulos podrían obstruir los capilares diminutos que transportan el oxígeno a los tejidos de todo el cuerpo.

Persona sana, Paciente de covid, Paciente de covid persistente, 25 microns

Las plaquetas de la sangre pueden sufrir hiperactivación en los pacientes con covid y covid persistente, contribuyendo a la formación de microcoágulos. Etheresia Pretorius et al., Cardiovascular Diabetology

Las sustancias inflamatorias llamadas citoquinas, que casi siempre están elevadas en los pacientes con covid persistente, tal vez dañan las mitocondrias que producen energía en las células del cuerpo, reduciendo su capacidad para usar el oxígeno. También las paredes de los vasos sanguíneos pueden inflamarse y limitar la captación de oxígeno.

Sea cual sea la causa, es posible que los bajos niveles de oxígeno contribuyan a la aparición del síntoma más común de la covid persistente: la fatiga intensa. Los investigadores que estudian a los pacientes con el síndrome de fatiga crónica (también conocido como ME/CFS, por su sigla en inglés), que suele comenzar tras una infección viral y comparte muchas características de la covid persistente, encontraron un patrón parecido: la falta de oxígeno desencadenada por problemas circulatorios ejerce muchísima sobrecarga sobre el metabolismo del cuerpo, lo que ocasiona que las actividades sencillas se sientan como un ejercicio extenuante.

El cerebro

“Me acerco a un semáforo en rojo, mi cerebro sabe que está en rojo, pero no reacciona al resto de mi cuerpo para poner el pie en el freno. ¿Te das cuenta de lo aterrador que es eso?”— Samantha Lewis, 34 años

Incluso la gente con casos leves de covid puede experimentar un deterioro cognitivo prolongado, el cual incluye una disminución de la atención, de la memoria y la dificultad para encontrar las palabras. Según Avindra Nath, director clínico del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, los posibles problemas neurológicos a largo plazo derivados de la covid constituyen “una crisis importante de salud pública”.

Los investigadores descubrieron una amplia gama de alteraciones en el cerebro de los pacientes con covid persistente. De acuerdo con los investigadores, entre ellos Nath, Iwasaki y Michelle Monje, una neuróloga de la Universidad de Stanford, aunque no se sabe bien con qué frecuencia el coronavirus penetra de manera directa en el cerebro, incluso las infecciones leves parecen provocar una inflamación considerable en este órgano.

Es posible que las infecciones desencadenen la activación excesiva de las células inmunitarias llamadas microglías de un modo parecido al proceso que puede contribuir a los problemas cognitivos durante el envejecimiento y algunos trastornos neurodegenerativos.

Tejido cerebral sano (materia blanca), De un paciente con covid (materia blanca), Tejido cerebral sano (materia gris), De un paciente con covid (materia gris)

La microglía se activa en el cerebro de un paciente de covid, contribuyendo a la inflamación cerebral. Anthony Fernández-Castañeda et al., preimpresión vía bioRxiv. Fotos: Myoung-Hwa Lee

Otro grupo de investigadores descubrió que la covid persistente puede reducir de manera significativa la cantidad de sangre que llega al cerebro, un hallazgo que antes de la pandemia también se ha visto en los pacientes con un padecimiento similar: el síndrome de fatiga crónica.

Los pulmones

“No podía respirar. Sentía literalmente como si alguien estuviera sentado en mi pecho”.— Angelica Baez, 23 años

La dificultad para respirar es un síntoma frecuente de la covid persistente, pero los resultados de los estudios que por lo general se hacen a los pulmones —los cuales incluyen rayos X de tórax, tomografías computarizadas y pruebas funcionales— casi siempre son normales.

Mediante el uso de la resonancia magnética, un equipo de investigadores británicos descubrió indicios preliminares de daño pulmonar en un pequeño grupo de pacientes con covid persistente que nunca habían sido hospitalizados. Las imágenes detalladas de su función pulmonar indicaban que la mayor parte de los pacientes captaban el oxígeno de manera menos eficiente que las personas sanas, incluso cuando la estructura de sus pulmones parecía normal.

Los investigadores advirtieron que, para confirmar estos hallazgos, se necesitaría un grupo más grande de pacientes. Si estos resultados se sostienen, algunas explicaciones posibles de la dificultad para respirar observada incluyen la presencia de microcoágulos en los tejidos pulmonares o un engrosamiento de la barrera hematogaseosa o alvelocapilar que regula la captación de oxígeno en los pulmones.

La vida con covid persistente

“No es algo que puedas superar en realidad”.— Dra. Abigail Bosk

Muchos hospitales ofrecen ahora clínicas o programas de recuperación tras la covid, que reúnen a médicos con experiencia en el tratamiento de pacientes con covid persistente. Debido a la cantidad de pacientes, algunos médicos y programas tienen largas esperas para las citas. Puede ser útil planificar con antelación y probar varias opciones.

— Survivor Corps cuenta con un directorio de clínicas con tratamientos poscovid.

— Dysautonomia International ofrece una lista de médicos con experiencia en el tratamiento de los trastornos autonómicos que se suelen ver en la covid prolongada.

— Body Politic alberga un grupo de apoyo de covid en el que miles de personas que experimentan la versión persistente de la enfermedad comparten información y consejos en la plataforma Slack.

— El grupo Long Covid Support tiene una comunidad en Facebook.

— The Royal College of Occupational Therapists offers ofrece consejos para gestionar la fatiga poscovid.

— Un ensayo de Maria Farrell ofrece consejos sobre cómo recuperarse y la importancia de dedicar tiempo al descanso.

— ME Action, un grupo de apoyo a las personas con ME/CFS, ofrece consejos a los pacientes con covid persistente sobre cómo controlar los síntomas.

— Los estadounidenses con covid persistente pueden solicitar prestaciones por discapacidad, aunque sin resultados médicos concluyentes, muchas personas enfrentan obstáculos.

— Tres destacados investigadores de la covid persistente suelen compartir información sobre los últimos hallazgos en Twitter: Amy Proal, microbióloga del Instituto de Investigación PolyBio; David Putrino, director de innovación en rehabilitación del Sistema de Salud Mount Sinai; y Akiko Iwasaki, inmunóloga de Yale.

— Health Rising cubre detalladamente las últimas investigaciones sobre covid persistente, ME/CFS y otras enfermedades crónicas.

— Gez Medinger, productor de videos, entrevista a algunos destacados investigadores de la covid persistente en YouTube.

— Una entrevista en video con Svetlana Blitshteyn, neuróloga y directora de la Clínica para la Disautonomía, ofrece consejos para el tratamiento y una visión general de la investigación actual sobre los trastornos autonómicos.

— El Centro Infantil Johns Hopkins ofrece una guía detallada para entender, tratar y vivir con la intolerancia ortostática.

El Times ha escrito numerosos trabajos sobre la covid persistente, entre ellos:

— El laborioso camino de una paciente para rehabilitarse de la covid persistente [en inglés].

— Un perfil de niños y adolescentes que enfrentan dificultades con la covid persistente.

— El empeoramiento de los síntomas de la covid persistente después del ejercicio [en inglés].

— Los cuatro factores que pueden aumentar las posibilidades de padecer covid persistente.

Fuente: https://www.nytimes.com/es

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