El expresidente Hipólito Mejía sugirió este miércoles al Partido Revolucionario Moderno, organización a la que pertenece, aplicar su mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República para realizar la reforma de la Constitución propuesta por el Poder Ejecutivo, el rechazo de los dos partidos de oposición mayoritarios, que se retiraron de la mesa de discusión en el Consejo Económico y Social.
«Hay que demostrarle que el que está abajo tiene que esperar», expresó Mejía, quien asegura que ellos (el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y Fuera del Pueblo) «hicieron todo tipo de vagabundería» cuando estuvieron en el poder.
“A esos partidos hay que aplicarles mandarria», expresó el exmandatario.
Cuestionado acerca del alto costo de los productos de primera necesidad y la inconformidad de la población en este sentido, Hipólito Mejía manifestó que nunca antes había habido tanta abundancia como ahora.
“El problema está en analizar teorías y hablar disparates es muy bueno, aquí mucho arroz, hay frijol, huevo también”, dijo Mejía.
Respecto al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el dirigente oficialista dijo esperar que tenga consecuencias catastróficas para el mundo y la República Dominicana, y definió la situación como difícil e impredecible.
Los opositores Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y Fuerza del Pueblo (FP) rechazaron este miércoles que se reforme la Constitución, como ha propuesto el Gobierno, para fortalecer la independencia del Ministerio Público.
Ambas fuerzas opositoras lo expresaron así durante una reunión del Consejo Económico y Social (CES), en la que incluso los integrantes del FP se levantaron de la mesa, pidiendo que se excluya a este partido de cualquier sesión de debate en la que se trate de la reforma constitucional.
El secretario de asuntos jurídicos del PLD, José Dantés, dijo que el partido no apoyará la reforma propuesta por el presidente Luis Abinader, al considerar que no es prioritaria en las circunstancias que vive el país.
Entre otros problemas, Dantés citó la inflación, “el incremento de la inseguridad”, el “deterioro de los servicios públicos” o el “alto nivel de desempleo”.
También consideró que el proyecto de reforma constitucional, “en lugar de contribuir al afianzamiento de la institucionalidad”, puede suponer un “retroceso democrático”.
En este sentido, apuntó que el proyecto contiene “incoherencias jurídicas”, poniendo como ejemplo la propuesta de que la política contra la criminalidad se pase de la jurisdicción del Ministerio Público al Ministerio de Justicia.