El orgasmo precoz también ocurre en mujeres, aunque no es muy común ni estudiado, a diferencia de lo sucedido en los hombres, denominado eyaculación precoz, que es común y ampliamente estudiada.
De acuerdo con Planned Parenthood, el orgasmo es la parte más intensa de la excitación sexual. En ese momento, la tensión sexual se encuentra en su punto más alto y mediante el orgasmo se alcanza la liberación de la presión del cuerpo y los genitales. Es allí, con esa liberación, que se produce una sensación intensa de placer que recorre todo el cuerpo.
Cuando se produce el orgasmo precoz, en mujeres y hombres, genera frustración, malestar y suele terminar con el encuentro sexual antes de lo esperado debido a que el orgasmo se alcanza antes de lo deseado.
La eyaculación precoz es la disfunción sexual más frecuente en los hombres y se estima que hasta el 30 % de la población masculina lo padece. Sin embargo, no ha sido posible estimar aún con exactitud la prevalencia del orgasmo precoz en mujeres.
¿Cuándo se considera un orgasmo precoz?
No existe un parámetro de tiempo establecido para tener un orgasmo o eyacular. Por ello, el término orgasmo precoz se refiere a experimentar el orgasmo de forma anticipada (antes de lo deseado). Es decir que existe una falta de control sobre el mismo que genera insatisfacción, angustia o complicaciones.
Muchas mujeres pierden el deseo y el interés en el encuentro sexual luego de alcanzar el orgasmo, y deben esperar un tiempo para recuperarlo. Este tiempo es el denominado «período refractario»; es decir, el tiempo que transcurre desde el orgasmo hasta la disponibilidad de tener otro.
Durante el período refractario, los genitales no responden a la estimulación debido al aumento del flujo sanguíneo en la zona genital. En la mujer, el período refractario suele durar entre 5 a 10 minutos.
Sin embargo, no siempre el orgasmo precoz en mujeres es algo negativo. Hay mujeres que tienen la capacidad de experimentar múltiples orgasmos en un mismo encuentro sexual, mientras en otras se asocia la angustia y la pérdida del interés que suele acompañarse de frustración por no poder corresponder a la pareja.
Algunos datos sobre el orgasmo precoz en mujeres
En un estudio encabezado por la psiquiatra y sexóloga Serafirm Carvalho y publicado por la revista Sexologies en 2011, se investigó qué tan común es el orgasmo precoz en mujeres portuguesas de entre 18 y 45 años.
Mediante el uso de cuestionarios, se encontró que el 42 % de las mujeres no tuvieron problemas con orgasmos precoces, 40 % lo tenía de vez en cuando; 14 %, con frecuencia; y 3 %, todo el tiempo.
Sin embargo, su prevalencia no ha sido estudiada mucho más. La revista Journal of Adolescent Health reportó en 2016 que el 3,9 % de las mujeres entre 16 a 21 años experimentaron al menos un orgasmo precoz en el año anterior.
¿Cuáles son las causas de este orgasmo precoz?
Existen varias razones por las que el orgasmo precoz ocurre en mujeres. Algunas de ellas son las siguientes:
Pocos encuentros sexuales o baja frecuencia de masturbación: la abstinencia sexual prolongada puede generar ansiedad y un umbral de excitación menor.
Demasiada excitación: la mujer considera la relación o vínculo de pareja «muy excitante» o alguna práctica sexual en particular (como el sexo oral).
La forma de estimulación: en especial si hay una sobreestimulación del clítoris, que es la que más influye en el orgasmo. El clítoris es una zona muy sensible debido a sus miles de terminaciones nerviosas. Por este motivo, si desde el inicio de la actividad sexual se estimula de forma directa, es posible que el orgasmo ocurra muy rápido.
¿Cómo se puede evitar alcanzar el clímax «antes de tiempo»?
La sugerencia principal es realizar lentamente la estimulación sexual para mantener la tensión. Se recomienda explorar, en primer lugar, el cuerpo con caricias y dejar para el final la estimulación del clítoris. Las zonas erógenas son múltiples tanto en mujeres como hombres y su exploración puede permitir que el clímax se alcance de forma más intensa.
Las mujeres, además, son más sensibles a las zonas erógenas que van desde los hombros hasta el interior de los muslos y las caderas. De hecho, entre las zonas más preferidas por las mujeres destacan los labios, el cuello, las mamas y la parte interna de los muslos.
Por otro lado, cuando la tensión sexual aumenta, se puede pausar y cambiar de posición o de movimientos para aprender a retrasar el orgasmo si así se desea.
Aunque la sensibilidad del clítoris no varía de mujer a mujer, todas las vulvas son diferentes y algunas lo tienen más expuesto o grande, por lo que son más disponibles y pueden sentir más rápido. Así, en algunos casos existen mujeres que pueden excitarse con el roce del pantalón, mientras otras requieren de un contacto directo.
También, puede acudirse a la masturbación para familiarizarse más con los patrones personales de excitación y los momentos previos al orgasmo. Una técnica implica masturbarse al punto de casi alcanzar el clímax y parar por el mayor tiempo posible.
Cuando ninguno de estos métodos es exitoso, los psiquiatras y los sexólogos recomiendan la terapia sexual y, en algunos casos, el uso de antidepresivos (en especial los inhibidores de la recaptación de serotonina) que pueden prevenir el orgasmo precoz.
Por: MejorconSalud