Científicos de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, advierten que el plan de la NASA de enviar un mensaje al espacio con información precisa sobre la Tierra y los seres humanos podrían tener consecuencias imprevistas y sumamente peligrosas, incluida una invasión de especies alienígenas, recoge The Telegraph.
Esta misiva, que se conoce como “Beacon in the Galaxy” (BITG), fue escrita en una codificación binaria considerada un lenguaje universal y está pensada para establecer contacto con vida extraterrestre.
La NASA incluyó en ella datos como la posición de la Tierra en el sistema solar, la composición química del planeta y sus representaciones gráficas, así como el ADN e imágenes digitalizadas de seres humanos. La señal pretende emitirla desde el conjunto de telescopios Allen del Instituto SETI en California, EE.UU., y el radiotelescopio FAST de China.
Anders Sandberg, investigador principal del Instituto del Futuro de la Humanidad (FHI, por sus siglas en inglés) de Oxford, considera que esa transmisión podría ser muy arriesgada, ya que, en el caso poco probable de que una civilización alienígena reciba el mensaje, su respuesta podría no consistir únicamente en un saludo amistoso.
Otro científico del FHI en Oxford, Toby Ord, sostiene que antes de transmitir señales al espacio debería organizarse un debate público. “No me parece un momento oportuno para dar pasos activos hacia el contacto”, afirma Ord, que recalca la falta de consenso en la comunidad científica sobre la proporción de civilizaciones pacíficas y hostiles en la galaxia.
Por su parte, los investigadores del proyecto BITG alegan que una especie alienígena lo suficientemente avanzada como para lograr la comunicación interplanetaria “muy probablemente habría alcanzado altos niveles de cooperación entre ellos y, por lo tanto, sabrá de la importancia de la paz y de la colaboración”.
Sin embargo, el bioeticista y futurista canadiense George Dvorsky descarta esa teoría como un “viejo tropo” e insiste que se puede pensar en una “multitud de escenarios” en los que extraterrestres malintencionados siguen suponiendo una amenaza.
RT