Un equipo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina junto con dos paleontólogos japoneses descubrió en 2020 los restos de un enorme dinosaurio carnívoro en la provincia de Santa Cruz. Tras dos años de análisis, han confirmado que se trata de una nueva especie de megaraptor, la más grande conocida hasta el momento. Su investigación fue publicada en la revista Scientific Reports.
La especie carnívora, bautizada como Maip macrothorax, habría vivido en la Patagonia hace unos 70 millones de años y era una de las últimas que habitó en la zona antes de la extinción masiva a finales del Cretácico. Estos dinosaurios tenían hasta diez metros de largo, pesaban unas cinco toneladas.
Otras características de la estructura física
Una de las peculiaridades de su estructura física fue la columna vertebral que estaba compuesta por enormes vértebras interconectadas por un sistema de músculos, tendones y ligamentos, señala el comunicado del CONICET. El análisis sugiere que Maip se mantenía sobre sus patas traseras, mientras caminaba o corría.
“Pertenecen a una familia cuyo esqueleto no era como el de un tiranosaurio, grande pero pesado, sino que eran animales ligeros. Es decir que sus huesos no eran macizos, sino que presentaban una gran cantidad de huecos internos que los hacían mucho más livianos, algo así como un ladrillo hueco comparado con uno macizo”, explicó Mauro Aranciaga Rolando, primer autor del artículo.
Los brazos gigantes con garras de hasta 35 centímetros constituían su arma principal para terminar con sus víctimas, dado que los dientes eran afilados, pero pequeños. “Además tenían cola larga y patas largas, lo que también corrobora que eran animales relativamente ágiles”, añadió Aranciaga.
“Con Maip le ganamos a la pandemia”
El hallazgo de los fósiles se destaca también por las circunstancias que lo rodearon. Así, los especialistas recolectaron los huesos de Maip días antes de que la pandemia del coronavirus golpeara al país en marzo de 2020. Tras el anuncio de las medidas anticovid, el equipo tuvo que interrumpir su trabajo. Tras volver a sus casas, los investigadores dividieron el material recogido y analizaron las muestras desde sus hogares. “Con Maip le ganamos a la pandemia”, expresó Fernando Novas, quien encabezó el equipo que recolectó los fósiles.
La zona precisa del descubrimiento, la Estancia La Anita, tenía paisajes muy diferentes hace 70 millones de años. “Era un ecosistema cálido. Había caracoles acuáticos y terrestres, plantas de muy distinta filiación, era un bosque, casi una selva, con charcos, lagos, arroyos, y diversas criaturas como ranas, tortugas, peces, aves pequeñas y mamíferos. La cordillera de los Andes todavía no se había elevado”, señaló Novas.
El primer megaraptor fue hallado en 1996 en Argentina en la provincia de Neuquén (Patagonia). Luego, hallazgos similares se documentaron en Australia, Japón, Tailandia.
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