Redacción Ciencia.- Casi el 13 % de los pacientes ingresados por covid-19 durante en el primer año de la pandemia desarrolló manifestaciones neurológicas graves, señala un estudio que analizó los datos de 16.225 pacientes en 24 países.
La investigación encabezada por la Universidad de Boston y que publica hoy Critical Care Explorations tenía como objetivo describir la prevalencia, los factores de riesgo asociados y el resultado de manifestaciones neurológicas graves en pacientes hospitalizados por coronavirus.
El SARS-CoV-2 provoca, según las pruebas, la disfunción de múltiples sistemas orgánicos, incluido el nervioso, y los síntomas neurológicos se producen “con frecuencia” incluso en pacientes con enfermedad leve, además en algunas personas pueden continuar como parte de la covid persistente.
El equipo estudió a 16.225 pacientes de 179 hospitales en 24 países y descubrió que casi el 13% de los ingresados en el primer año de la pandemia desarrolló manifestaciones neurológicas graves.
Los datos indican que 1.656 (10,2 %) tuvieron encefalopatía (cualquier enfermedad difusa del cerebro que altera la función o la estructura cerebral) en el momento del ingreso; 331 (2 %) sufrieron un accidente cerebrovascular; 243 (1,5%) manifestaron convulsiones y 73 (0,5 %) meningitis o encefalitis en el momento del ingreso o durante la hospitalización.
“Nuestros hallazgos muestran que la encefalopatía en el momento del ingreso hospitalario está presente en, al menos, uno de cada diez pacientes con infección por SARS-CoV-2, mientras que el ictus, las convulsiones y la meningitis/encefalitis fueron mucho menos comunes”, explicó una de las autoras, Anna Cervantes-Arslanian, de la Universidad de Boston.
Todas las manifestaciones neurológicas graves se asociaban a una mayor gravedad de la enfermedad, una mayor necesidad de intervenciones en la UCI, más duración de la estancia, uso de respiradores y mayor mortalidad.
Los pacientes con manifestaciones neurológicas eran más propensos a tener comorbilidades médicas, en especial los antecedentes de ictus o trastornos neurológicos aumentaban las probabilidades de desarrollar una manifestación neurológica.
Cervantes indicó que, dada la asociación de las manifestaciones neurológicas con peores resultados, “se necesitan de manera urgente” más estudios para entender por qué se producen estas diferencias y cómo intervenir.