“Se trata de un aumento histórico, ya que la tasa ha alcanzado el nivel más alto en más de 25 años”, dijo en rueda de prensa Debra E. Houry, subdirectora principal interina de los CDC y directora del Centro Nacional de Prevención y Control de Lesiones.
El informe también precisa que las armas de fuego están vinculadas al 79 % de todos los homicidios y al 53 % de todos los suicidios registrados en el país en dicho año.
En 2020, más de 45.000 estadounidenses murieron en incidentes relacionados con armas de fuego, reportó la institución. En su mayoría, las víctimas y sus agresores son varones de entre 15 y 34 años procedentes de las comunidades afroamericanas, indias, nativas de Alaska y latinoamericanas. Los primeros datos recopilados sugieren que la tendencia se mantuvo durante el año pasado.
Asimismo, los investigadores hacen hincapié en la alta tasa de pobreza que afecta a los actores de dichos incidentes.
Según el análisis, el aumento de violencia con armas de fuego ha afectado a ciudades grandes y pequeñas en todos estados del país. En muchos lugares, como la ciudad californiana de Los Ángeles o Denver, en el estado de Colorado, los aumentos han persistido en 2021, una tendencia que no parecen revertirse en lo que va de año.