La pequeña Arely Naomi Proctor, una niña de tan solo 3 años, fue torturada brutalmente y finalmente asesinada en una iglesia de California en la que su abuelo ejercía de pastor certificado.
La justicia acusó por el salvaje asesinato a su abuelo René Trigueros Hernández, de 59 años, a su tío René Aarón Hernández Santos, de 19 años y su madre, Claudia Hernández Santos, de 25 años.
La madre de la pequeña, además, subió un macabro video a YouTube en el que prometía revelar cómo había muerto la pequeña. “Cuando murió estaba conmigo”, dijo Hernández Santos en el vídeo. “Por supuesto, soy su madre. ¿Por qué no iba a estar conmigo?”. A lo largo del vídeo, Hernández Santos se reía, mascaba chicle y editaba en GIFs mientras hablaba de su hija muerta.
El expediente judicial es estremecedor. En los documentos, el fiscal del distrito de San José, en California, Jeff Rosen, reveló, que el abuelo y el tío admitieron que todos los implicados rezaron mientras se turnaban para sujetar a Proctor, estrangularla y aplicarle presión en el pecho mientras le inducían el vómito el 24 de septiembre de 2021.
El ritual, siempre según su declaración, se llevó a cabo porque la madre sospechaba que su hija había sido poseída por un demonio “porque gritaba y lloraba”.
El hecho ocurrió el 24 de septiembre de 2021. El exorcismo comenzó alrededor de las 6:30 a.m. y duró hasta que Proctor murió alrededor de las 6 p.m. Y la madre llamó a la policía al lugar de los hechos unas dos horas después, dijeron las autoridades.
La policía de San José encontró a la pequeña inconsciente en el suelo del lugar e intentó salvarle la vida. Fue trasladada a un hospital, donde fue declarada muerta, dijo la policía.
La muerte de Proctor fue declarada homicidio por el forense de Santa Clara, y las causas formales que constan en el expediente son asfixia por sofocación y asfixia mecánica.
La autopsia también documentó hematomas alrededor de los ojos, el cuello y el tórax, traumatismo por objeto contundente, lesiones en la lengua y hemorragia interna en el corazón, el páncreas y el intestino grueso.
En un artículo del Mercury News, el abuelo confirmó que se había realizado un “exorcismo” y que lo ocurrido era “la voluntad de Dios”.
Si son condenados, los tres se enfrentan a penas de entre 25 años y cadena perpetua.