El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) acaba de hacer pública una nueva revisión por los brotes de viruela del mono que se ha extendido por varios países y ha recomendado a los Estados miembros de UE/EEE que “se centren en la rápida identificación, gestión, rastreo de contactos y notificación de nuevos casos de viruela del mono.
Los países también deben actualizar sus mecanismos de rastreo de contactos, la capacidad de diagnóstico de los ortopoxvirus y revisar la disponibilidad de vacunas contra la viruela, antivirales y equipos de protección personal para los profesionales sanitarios”.
Desde el pasado 15 de mayo y hasta hoy 23 de mayo, según el ECDC, se han notificado un total de 85 casos de viruela del mono adquirida en la UE en ocho Estados miembros de la UE (Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, España y Suecia).
Los casos de viruela del mono en humanos diagnosticados actualmente se dan principalmente entre hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, lo que sugiere que la transmisión puede tener lugar durante las relaciones íntimas. “La transmisión puede producirse a través del contacto estrecho de la mucosa o la piel no intacta con el material infeccioso de las lesiones, o a través de grandes gotas respiratorias durante el contacto prolongado cara a cara”, señala el organismo.
“La mayoría de los casos actuales se han presentado con síntomas leves de la enfermedad, y para la población en general, la probabilidad de contagio es muy baja”, ha dicho Andrea Ammon, directora del ECDC. “Sin embargo, la probabilidad de que el virus se siga propagando a través del contacto estrecho, por ejemplo durante las actividades sexuales entre personas con múltiples parejas sexuales, se considera alta”.
Stella Kyriakides, Comisaria Europea de Salud y Seguridad Alimentaria, ha añadido: “Me preocupa el aumento del número de casos de viruela del mono notificados en la UE y en el mundo. Estamos siguiendo de cerca la situación, y aunque actualmente la probabilidad de propagación en la población en general es baja, la situación está evolucionando”. Kyriakides ha manifestado, además, que hay que permanecer vigilantes “para asegurarnos de que se localiza a los contactos y de que se dispone de la capacidad de diagnóstico adecuada, y de que disponemos de las vacunas, los antivirales y los equipos de protección personal necesarios para los profesionales sanitarios”. El Comité de Seguridad Sanitaria de la UE, según ha dicho, “debatirá mañana sobre la viruela del mono, y la Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA), el ECDC y la EMA están colaborando estrechamente para garantizar la información sobre la situación epidemiológica y la disponibilidad de vacunas y tratamientos”.
El virus de la viruela del mono puede causar una enfermedad grave en determinados grupos de población, como niños pequeños, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas. Se necesitan más investigaciones para estimar con precisión el nivel de morbilidad y mortalidad en este brote.
Si se produce la transmisión de persona a animal y el virus se propaga en una población animal, existe el riesgo de que la enfermedad se convierta en endémica en Europa. Por ello, según apunta el ECDC, “es necesario que haya una estrecha colaboración intersectorial entre las autoridades de salud pública humana y veterinaria para gestionar los animales domésticos expuestos y evitar que la enfermedad se transmita a la fauna salvaje”.
Las personas infectadas deben permanecer aisladas hasta que se les caigan las costras y deben evitar especialmente el contacto estrecho con personas inmunodeprimidas y animales domésticos. También se aconseja abstenerse de la actividad sexual y del contacto físico estrecho hasta que se cure la erupción. La mayoría de los casos pueden permanecer en casa con cuidados de apoyo.
Los contactos cercanos de los casos de viruela del mono deben autocontrolar el desarrollo de los síntomas durante los 21 días posteriores a la última exposición.
Fuente: EL Mundo