El año pasado, Lamborghini asombró al mundo de las embarcaciones deportivas, al mostrar una súper lancha llamada Tecnomar for Lamborghini 63. En realidad no fue la marca la que la exhibió, sino Conor McGregor, la súper estrella de la UFC, quien mostró la suya, que lleva el número 12 en la lista de 63 unidades que serán fabricadas. La lancha está inspirada en el Lamborghini Sián, el híbrido de la casa de Sant’Agata Bolognese, del cual no solo toma su decoración, sino un diseño que representa las líneas del auto en las aguas.
No ha sido el primero y no será el último caso, porque parece haberse desatado una moda de diseñar yates de alta velocidad basándose en un auto superdeportivo, en asociación con la marca que los produce.
Es el caso del astillero italiano Lazzarini Design, que se ha inspirado en Ferrari como concepto de auto de alta performance, para crear un yate llamado Gran Turismo Mediterránea. Se trata todavía de un concepto que se encuentra en la fase de desarrollo final, aunque ya se ha podido apreciar su diseño, realmente imponente.
Las formas extremadamente aerodinámicas, el color rojo por sobre el negro y algunas líneas blancas o de la bandera italiana, y una cabina de mandos a la que se accede a través de puertas que se levantan tipo “ala de gaviota”, hacen que a primera vista, este yate se asocie casi inevitablemente con los autos de Maranello. De hecho, Pier Paolo Lazzarini, su creador, la ha denominado “La Ferrari del Mar”.
La embarcación es verdaderamente llamativa, no solo por su diseño y colores, sino por sus dimensiones, ya que tiene 27 metros de largo, 6,3 metros de alto y 6,7 metros de ancho. Es así que llame la atención que solo tenga capacidad para siete personas, tres de la tripulación y cuatro pasajeros. Pero lo que verdaderamente atrapa al verla es que tiene un garage en el cual se puede guardar cualquier modelo de Ferrari, con un simple sistema de rampas que se extiende desde la parte trasera. De este modo, al llegar a puerto, los ocupantes puedan descender y pasear en uno de los modelos italianos.
En cuanto a su mecánica, tiene un tren de propulsión compuesto por tres motores MAN V12, una transmisión Arneson y un propulsor central Hamilton Jet. La marca no habla de potencia, pero sí de velocidad, al declarar que alcanzará los 70 nudos, equivalentes a 130 km/h. Parte del desempeño dinámico tiene que ver con la tecnología de poder elevarse sobre la superficie gracias a una aleta inferior. Esto reduce el roce con el agua y permite mantener una velocidad de crucero de manera más estable.
La cabina de conducción representa un cockpit de un auto de Gran Turismo, tanto por el diseño de los instrumentos y controles como por las dos butacas tapizadas en cuero blanco con la bandera italiana bordada. Los cuatro camarotes individuales, que se pueden convertir en dos más espaciosos, están en la cubierta media, mientras los tres de los tripulantes en la cubierta inferior. En el nivel principal, un gran living comedor es el lugar de uso común, mientras otra sala con sillones está detrás de la cabina del capitán.
El yate no tiene precio, porque Lazzarini no va a construirla si no hay un encargo específico que pague los costos y ganancias del estudio de diseño. Lo que hizo el creador italiano fue mostrar lo que se podría construir. Ahora hay que esperar el cliente.
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