RT.- El presidente ruso, Vladímir Putin, firmó este sábado una ley que prohíbe trabajar como taxistas o conductores de transporte público a las personas con antecedentes penales.
Si los ciudadanos tienen antecedentes penales por delitos contra la seguridad pública, los fundamentos del orden constitucional y la seguridad del Estado, la paz y la seguridad de la humanidad, no podrán trabajar como conductores de transporte público. En el caso de los taxistas, se especifica la misma lista de delitos, ampliada por las condenas por asesinato, daños graves intencionados a la salud, secuestro, robo, atraco y violación.
Los operadores de transporte “no deben permitir que las personas que tienen una condena no impune o pendiente por los delitos establecidos en el artículo 328 del Código de Trabajo de la Federación de Rusia, o las personas que están bajo proceso penal por tales delitos, conduzcan taxis, autobuses, tranvías o trolebuses”, señala el texto de la ley.
Esta medida también se aplicará a los ciudadanos de los países miembros de la Unión Económica Euroasiática condenados en su país de origen. La ley entrará en vigor a partir del 1 de marzo de 2023.