El virus de Marburgo ha levantado la preocupación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) después de detectar dos posibles casos en Ghana, país de África Occidental. De confirmarse, serían las primeras infecciones de esta enfermedad similar al ébola jamás detectadas en el país. Los dos contagios se localizaron en la región de Ashanti. El análisis de las muestras arrojó un resultado positivo, pero se han vuelto a enviar al Instituto Pasteur de Dakar, en Senegal, para su confirmación.
En los dos casos, que no mantenían relación entre ellos, los pacientes presentaban síntomas como fiebre, diarrea, náuseas y vómitos antes de ser hospitalizados y fallecer. El representante de la OMS en Ghana, Francis Kasolo, explicó este viernes ante los medios locales: “Las autoridades sanitarias están investigando la situación sobre el terreno y preparándose para la respuesta a un posible brote”.
“Estamos trabajando con el país para incrementar la detección, rastrear contactos y estar preparados para la propagación del virus”, agregó el dirigente. Mientras, el Ministerio de Sanidad del país africano ha confirmado la detección de los dos casos y asegura que 34 contactos de los dos fallecidos han sido identificados, por lo que están siendo monitorizados y guardando cuarentena mientras se investiga la transmisión.
Más de 3.500 muertes al año en África
La OMS muestra preocupación por este virus después de que el país vecino, Guinea-Conakri, informara en agosto de 2021 del primer brote de la enfermedad en África Occidental, cuyo fin se produjo el 16 de septiembre, cinco semanas después de detectar el primer y único caso. Las autoridades sanitarias advierten de que la enfermedad por el virus de Marburgo (EVM) es tan mortífera como el ébola.
En África se estima que ha sido responsable de la muerte de más de 3.500 personas en un año. La enfermedad la causa el virus de Marburgo, de la familia de virus Filoviridae, la misma a la que pertenece el ébola. Al igual que este, puede provocar la muerte en pocos días por hemorragias repentinas. Presenta un período de incubación (intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) de dos a 21 días y una tasa de mortalidad de entre el 24% y el 88%, en función de la cepa y el tratamiento.
Síntomas de EVM
El cuadro de EVM suele presentar una serie de síntomas comunes: fiebre elevada, cefalea intensa, malestar general y dolores musculares. También puede aparecer diarrea acuosa intensa, dolor y cólicos abdominales, así como náusas y vómitos, al tercer día. “La diarrea puede persistir una semana. En esta fase se ha descrito que los pacientes presentan ‘aspecto de fantasma’ debido al hundimiento de los ojos, inexpresividad facial y letargo extremo”, según detalla la OMS.
Muchos de los pacientes presentan manifestaciones hemorrágicas graves a los cinco y siete días. Los casos mortales suelen presentar alguna forma de hemorragia, a menudo en varios órganos y los fallecimientos suelen producirse a los ocho o nueve días del inicio de los síntomas.
Formas de contagio
En cuanto a las formas de contagio. Entre humanos se produce por el contacto de fluidos como sangre, saliva, vómitos u orina de las personas infectadas, así como con superficies y materiales contaminados -como indumentarias o ropa de cama-. Los huéspedes naturales del virus son los murciélagos de la fruta y se transmite a los humanos tras estancias prolongadas en minas o cuevas habitadas por colonias de estos mamíferos.
También puede haber transmisión en ceremonias funerarias, donde los usuarios tienen contacto directo con el cuerpo del difunto. Y es que la infectividad persiste mientras haya virus en la sangre, según detalla la OMS. No hay ni vacuna ni tratamiento específico para esta enfermedad: “No se ha demostrado la eficacia de ningún tratamiento para neutralizar este virus, si bien se están desarrollando varios tratamientos inmunológicos, farmacológicos y con hemoderivados”.
Origen de la enfermedad
La enfermedad (EVM) se detectó por primera vez en 1967 en la localidad de Marburgo, Alemania. Varios técnicos de laboratorio se contagiaron durante una investigación con monos de Uganda. Ha habido dos grandes brotes y ambos ocurrieron simultáneamente: en Marburgo y Frankfurt (Alemania) y en Belgrado (Serbia), según los datos de la OMS. Estas propagaciones se asociaron a los trabajos con animales del continente africano.
Asimismo, se han notificado con posterioridad brotes y casos esporádicos en Angola, Kenya, la República Democrática del Congo, Sudáfrica (en una persona que había viajado recientemente a Zimbabwe) y Uganda. En 2008 se notificaron dos casos independientes en viajeros que habían visitado una cueva habitada por colonias de murciélagos en este último país. La tasa de letalidad de los brotes puede ser alta.