Bill Gates anunció este miércoles que donará 20.000 millones de dólares, una de las entregas filantrópicas más grandes de la historia, a su fundación para que pueda aumentar su gasto anual, preocupado por el “importante sufrimiento” causado por los contratiempos mundiales, entre ellos la pandemia del COVID-19.
En un ensayo en el sitio web de la fundación, Gates dijo que espera que “otros en posiciones de gran riqueza y privilegio den un paso adelante también en este momento”.
Con este enorme aporte, la Fundación Bill y Melinda Gates tiene previsto aumentar su presupuesto anual en un 50% respecto a los niveles anteriores a la pandemia, hasta alcanzar unos 9.000 millones de dólares en 2026. La organización espera que el aumento del gasto mejore la educación, reduzca la pobreza y restablezca el progreso mundial hacia el fin de las enfermedades prevenibles y la consecución de la igualdad de género que se ha detenido en los últimos años.
La donación, combinada con la realizada el mes pasado por Warren Buffett, miembro del consejo de administración de Berkshire Hathaway, de 3.100 millones de dólares, eleva la dotación de la Fundación Gates a unos 70.000 millones de dólares, lo que la convierte en una de las mayores, si no la mayor, del mundo, según las valoraciones diarias de las acciones.
“Pero las grandes crisis de nuestro tiempo requieren que todos hagamos más… Espero que dando más, podamos mitigar parte del sufrimiento al que se enfrenta la gente ahora mismo y ayudar a cumplir la visión de la fundación de dar a cada persona la oportunidad de vivir una vida sana y productiva”, dijo el fundador de Microsoft en un comunicado.
La copresidenta Melinda French Gates, quien se divorció del empresario en 2021 pero acordó continuar en la dirección de la fundación, dijo que el gasto adicional ayudará a proporcionar una “recuperación más justa e inclusiva”.
Con esta donación, Bill y Melina suman un total de 55.000 millones de dólares entregados de la fortuna personal, convirtiéndose en los mayores filántropos de los tiempos, superando al empresario Warren Buffett, que ha donado 48.000 millones (muchos de ellos a la Fundación Gates).
Bill apuntó que los magnates deben tener una filantropía más agresiva para que los recursos puedan ser usados sin demora ni esperar que sean obras posteriores a la muerte. “Es como si trataran de maximizar el tiempo que puede existir su fundación en lugar de, ¿hay algunas cosas de gran impacto que puedan hacer ahora?”, reflexionó en entrevista con Forbes.
El ranking de la revista lo ubicará ahora en el quinto lugar del listado que Gates encabezó por mucho tiempo: el de los más ricos del mundo. Según explicó, tiene la intención de salir por completo del ránking, o al menos de los lugares más visibles, en los próximos años. “Salir del todo de la lista, eso me va a llevar un tiempo, pero mi dirección de viaje está clara”, dijo.
En ese sentido, dijo que evaluará cómo la Fundación maneja el nuevo presupuesto para realizar donaciones más grandes.
Buena parte de la obra de la Fundación se destina a inversiones en equidad de género, la erradicación de enfermedades y la mortalidad infantil, entre otras causas.
En la web “Hunger Pains: The Growing Global Food Crisis”, el Director General de la Fundación Gates, Mark Suzman, dijo que dos décadas de avances se han visto frenadas por la actual crisis mundial generada por la invasión rusa. Sin embargo, el crecimiento de la productividad agrícola en todo el mundo se mantiene en su mayor parte. “Tenemos las herramientas. Tenemos la ciencia. Tenemos los conocimientos”, dijo Suzman. “Lo que necesitamos es la voluntad política y los recursos”.
Esos recursos incluyen donaciones de organizaciones filantrópicas. La Fundación Gates invierte mucho en conectar los avances agrícolas con los países adecuados, ofreciendo semillas de maíz resistentes a la sequía o arroz resistente a las inundaciones a las zonas que más pueden utilizarlas, dijo Suzman.
Sin embargo, la filantropía tiene sus limitaciones, añadió. Suzman dijo que la respuesta de los países más ricos del mundo no sólo se ha quedado corta respecto a lo que se necesita actualmente, sino que incluso se ha quedado corta respecto a lo que el mundo aportó hace una década durante una crisis similar. “Esta es nuestra área de oportunidad más crítica para la solidaridad humana”, dijo. “Eso realmente tiene efectos en cadena para proporcionar una mejor estabilidad política y un crecimiento económico más amplio, que es lo que creo que todo el mundo quiere ver”.
En su ensayo, Bill Gates escribió que la polarización en Estados Unidos hace más difícil la lucha contra las crisis mundiales. “La división política limita nuestra capacidad política para el diálogo, el compromiso y la cooperación, y frustra el audaz liderazgo que se requiere tanto a nivel nacional como internacional para hacer frente a estas amenazas”, escribió. “La polarización nos obliga a mirar hacia atrás y a luchar de nuevo por los derechos humanos básicos, la justicia social y las normas democráticas”.
Aunque el logro de la igualdad de género ha sido durante mucho tiempo una de las principales áreas de inversión de la fundación, en su ensayo, Bill Gates señaló la anulación de Roe v. Wade (del derecho al aborto) por parte del Tribunal Supremo como “un enorme retroceso para la igualdad de género, para la salud de las mujeres y para el progreso humano en general”.
“El potencial de un retroceso aún mayor es aterrador”, añadió. “Pondrá en peligro la vida de las mujeres, de la gente de color y de cualquiera que viva en los márgenes”.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 71 millones de personas se han visto abocadas a la pobreza desde la invasión rusa de Ucrania en febrero, debido principalmente a la subida de los precios de los alimentos y la energía. Los hogares de los Balcanes, la región del Mar Caspio y el África subsahariana se han visto especialmente afectados. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU informa de que el número de personas con hambre aguda es ahora de 345 millones, un 25% más desde el comienzo de la guerra en Ucrania.
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