Joshua Adam Schulte, exingeniero de ‘software’ de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés), fue hallado culpable este 13 de julio de los cargos federales que lo acusan de estar detrás del mayor robo de información clasificada de la historia de la organización, informa la agencia AP.
En un nuevo juicio en la ciudad de Nueva York, los fiscales alegaron que Schulte, de 33 años, habría orquestado la filtración conocida como ‘Vault 7’, el mayor robo de datos en la historia de la CIA en el que fueron revelados métodos y herramientas confidenciales de ‘hackeo’ usados en operaciones de espionaje en el extranjero. Antes de su arresto, en agosto de 2017, el acusado había ayudado a crear dichos instrumentos de piratería trabajando en la sede de la agencia en Langley, Virginia.
Schulte, quien optó por representarse a sí mismo ante los tribunales de la Corte Federal de Manhattan, aseguró al jurado que, tanto la CIA como el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés), lo habían convertido en un chivo expiatorio tras lanzar una “cacería de brujas política” en su contra. Sostiene además que la información confidencial se mantenía en un entorno muy inseguro y que no tenía idea de quién estuvo detrás de su hurto.
“Cientos de personas tenían acceso [a la información]. Cientos de personas podrían haberla robado”, argumentó.
Schulte ha estado tras las rejas sin derecho a fianza desde 2018. De acuerdo con las autoridades estadounidenses, el programador trató de iniciar “una guerra de información” contra Washington desde la cárcel, difundiendo información clasificada a través de perfiles de redes sociales secretos y artículos. Asimismo, la Justicia asegura que trató de “chantajear al Gobierno” para ser puesto en libertad al amenazar con “revelar más información clasificada”.
En 2020, se declaró nulo su primer juicio después de que los jurados se estancaran en los cargos más graves, incluida la recopilación y transmisión ilegal de información de Defensa Nacional. El año pasado denunció haber sido víctima de un castigo cruel e inusual en prisión mientras esperaba ser juzgado.
La fecha en la que se hará pública la sentencia no se ha fijado aún, a la espera de un juicio pendiente por almacenar y divulgar pornografía infantil. En agosto de 2017, agentes del FBI descubrieron unos 10.000 videos e imágenes en una carpeta encriptada de su ordenador personal.
Por AP