Las tensiones políticas en Italia amenazan con hacer caer este jueves el gobierno de unidad liderado por Mario Draghi tras la decisión del Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema), miembro de la coalición, de no votar en el Senado la confianza a un decreto clave.
Giuseppe Conte, ex jefe de gobierno y actual líder del M5E, anunció el miércoles por la noche que los senadores de su partido no asistirán al voto de confianza, lo que de hecho produciría una crisis de gobierno, al perder la mayoría para gobernar.
La negativa de Conte se debe a que el decreto-ley propuesto por Draghi, con medidas para ayudar a familias y empresas frente a la inflación, también contiene un proyecto de construcción de un incinerador de basura para Roma, a lo que los antisistema se oponen con fuerza por considerarlos costosos, contaminantes, ineficientes y superados como tecnología.
Durante la votación la semana pasada en la Cámara de Diputados, el M5E votó la confianza en el gobierno pero posteriormente se abstuvo de votar el decreto-ley.
Las reglas son diferentes en el Senado y por ello deben votar tanto la confianza como los decretos.
Por su parte Draghi ha anticipado en varias ocasiones que sin el apoyo del M5E dará por concluido su mandato, pese a que el partido antisistema, vencedor de las elecciones en 2018 con el 32% de los votos, se encuentra en plena descomposición y muchos de sus parlamentarios (unos 50) han emigrado a otras formaciones.
El ex líder del M5E y actual ministro de Relaciones Exteriores Luigi Di Maio fundó inclusive su propio partido, llamado Juntos por el Futuro (IPF), e intenta ganar visibilidad en vista de las elecciones legislativas previstas para principios del próximo año.
Una caída del gobierno provocaría elecciones anticipadas y los próximos meses van a ser complicados debido al aumento de la inflación y a las reformas aún pendientes exigidas para el plan de recuperación financiado por la Unión Europea, que otorgó cerca de 200.000 millones de euros (casi la misma cifra en dólares).
Draghi, prestigioso economista y ex presidente del Banco Central Europeo, fue invitado en febrero del 2021 por el presidente de la República Sergio Mattarella para liderar una coalición heterogénea que reúne a casi todos los partidos representados en el parlamento.
La única excepción es el partido de extrema derecha Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), que permaneció en la oposición y resulta el gran favorito en los sondeos.
Es probable que Draghi, quien tuvo que hacer frente a la campaña de vacunación contra el covid-19 y a la crisis generada por la guerra rusa contra Ucrania con todas sus consecuencias políticas y económicas, tenga que dar cuenta de la grave situación al presidente Mattarella y terminar por presentar su dimisión.
Como el sistema parlamentario que rige a Italia es complejo, no se excluye que obtenga un nuevo mandato y pueda gobernar con otra mayoría.
Fuente: BiobBioChile