Mientras la diputada Rafaela Alburquerque se quejaba porque sus compañeras legisladores acuden en tenis, vestimentas inadecuadas y que enseñan mucho, a los periodistas que cubren las incidencias del Congreso nacional los obligan a cumplir un riguroso protocolo.
Los comunicadores asignados a la fuente del Congreso Nacional deben pasar por varios chequeos de seguridad antes de ingresar a una de las cámaras legislativas.
El coronel Almonte, jefe de seguridad de la Cámara de Diputados, es muy estricto cuando se trata de hacer cumplir a los periodistas las reglas de protocolo, al pie de la letra; no así, para legisladoras que van hasta en tenis, con vestidos y faldas con poca tela, de acuerdo a Alburquerque.
Todo comienza con el chequeo en el pórtico o arco detector de metales. Una vez que lo cruzas, entonces se da un segundo repaso con un detector de metales manual.
Acto seguido, tres militares, normalmente dos mujeres y un hombre, proceden a revisar las carteras de cada periodista y los equipos de prensa.
Los comunicadores deben asegurarse de llevar consigo el carnet de acreditación a esa fuente, de lo contrario, aunque sean conocidos, se impide su paso.
En esa primera inspección hay que asegurar que los periodistas vistan de traje y las damas, con chaquetas vestimenta que cubran los brazos y si es en falda, debe llegar por debajo de la rodilla y están prohibidas blusas mangas cortas.
Los zapatos deben ser cerrados y las mujeres jamás se les permiten usar zapatillas, que se vean los dedos de los pies, sin importar que exista una condición médica que amerite su uso.
Al subir al segundo piso, en dirección al hemiciclo de la Cámara de Diputados, nueva vez hay que pasar por el cedazo de la seguridad, a otro chequeo con detectores de metales manuales.
En esta área se prohíbe a camarógrafos de televisión hasta hacer imágenes de apoyo.
Para las entrevistas, los periodistas están confinados al primer piso, en la puerta de entrada, al acecho de los congresistas cuando ingresan al Palacio del Congreso Nacional.
Para ingresar al hemiciclo de la Cámara Baja hay otra coronela para corregir cualquier falla protocolar y somete a los periodistas a un tercer chequeo de seguridad. Para ingresar al hemiciclo o salón de sesión, nueva vez hay que para por un arco de detección de metales y detectores manuales.
MÁS ESTRICTO EN EL SENADO. En la otra ala del Congreso existen los mismos protocolos de seguridad para el ingreso de periodista, incluido el código de vestimenta.
Sin embargo, no se permite el acceso al hemiciclo, salvo en ocasiones especiales, a conveniencia del Senado, que se permite a camarógrafos realizar tomas de apoyo y fotografías a fotógrafos. Esto ocurre desde la pandemia Covid-19 a la fecha.
No se permite a periodistas realizar entrevistas en este área.
Solo se permite acceso por la puerta principal y se prohibió el flujo por la puerta lateral, que facilita el desplazamiento a la Procuraduría y la Suprema Corte de Justicia.