Las escenas de alpinistas solitarios en su ascensión a una de las montañas más peligrosas del mundo han dado paso a expediciones multitudinarias en las que decenas de personas aguardan en una fila hasta llegar a la cumbre.
Un vídeo publicado por un alpinista nepalí muestra una larga hilera de personas ascendiendo hacia la cumbre del K2. Con 8.611 metros de altura, el K2, es la segunda montaña más alta del mundo, solo por detrás del Everest, pero para muchos sí es la más difícil. Aún así, el pasado día 22 se habrían registrado 145 ascensos, los mismos que lo lograron entre 1954 y 1996.
El pasado día 22 de julio, más de un centenar de alpinistas alcanzó la cima del K2, la segunda cumbre más alta del mundo, batiendo un nuevo récord.
Las imágenes compartidas por el sherpa nepalí Mingma G en Twitter e Instagram retratan el atasco que se produjo en la zona conocida como el “cuello de botella” del K2, en el Espolón de los Abruzzos, la ruta más empleada hasta la cumbre de esta montaña situada en la Cordillera del Karakórum, en la frontera de Pakistán y China.
Según el alpinista Kent Cool, más de un centenar de personas alcanzaron la cima el mismo día, la cifra más alta de su historia. El tramo conocido como “cuello de botella”, donde están grabadas las imágenes, entraña un especial riesgo porque obliga a escalar varios tramos de hielo por encima de los 7.800 metros de altura. Está considerada, además, la parte más peligrosa del K2.
Ese riesgo no ha impedido que se produzcan en el K2 las mismas aglomeraciones que ya tuvieron lugar en el Everest hace tres años. En 2019, fotografías tomadas en el último tramo de ascensión a la cima también mostraron a decenas de alpinistas detenidos, en el filo más alto de la montaña, esperando para hacer cumbre en la cima más alta del mundo.
Además del vídeo compartido por Mingma G, el sherpa Nirmal Purja ha publicado una fotografía del equipo de más de 30 personas que guió hasta la cima el pasado 22 de julio. Otra imagen muestra la hilera de alpinistas que ascendió el K2 en la misma jornada.
Fuente: El País/eldiario.es