El arzobispo metropolitano de Asunción, Adalberto Martínez Flores, advirtió este lunes que la corrupción y el crimen organizado amenazan la institucionalidad de Paraguay, por lo que llamó al Ministerio Público y al poder Judicial a investigar e impartir justicia.
“Al estado de corrupción pública y privada se suma en nuestro tiempo la acción del crimen organizado en sus diversas vertientes: tráfico de drogas ilícitas, tráfico de personas, lavado de dinero, entre otros males actuales que, si no reaccionamos como Iglesia y como sociedad, terminarán aniquilando la institucionalidad de la república”, dijo Martínez.
En su homilía con motivo de la celebración religiosa de la solemnidad de la Asunción, que coincidió con el 485 aniversario de la fundación de la capital paraguaya, el futuro cardenal definió la corrupción como “la gangrena que va enfermando el cuerpo social y priva de una vida digna y plena a los pobres”.
Por ello, llamó a las autoridades, en particular a la Fiscalía y al poder Judicial, a perseguir este delito y evitar la impunidad, e indicó que la ciudadanía debe también ser consciente de sus derechos y de sus obligaciones.
Martínez pidió honrar la memoria de “algunos valientes y ejemplares operadores de justicia” como el fiscal Marcelo Pecci, de quien dijo luchó y resistió “el maléfico pecado del crimen organizado hasta derramar su sangre”.
Pecci fue asesinado el 10 de mayo pasado en una isla próxima a la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, en un atentado por el que han sido detenidas cinco personas acusadas de ser autores materiales.
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Por otro lado, Martínez llamó la atención sobre la desaparición, según fuentes de la Policía Nacional, de “más de mil niños, niñas y adolescentes” durante los dos últimos años de pandemia en el país y que siguen en paradero desconocido.
“¿Dónde están estos niños? ¿Qué ha pasado con ellos? ¿Con qué fin han sido llevados del seno de sus hogares?”, se preguntó el jerarca católico, quien urgió respuestas y acciones, al advertir que muchas veces estos menores de edad desaparecidos “son víctimas de trata de personas, adopciones ilegales y otros fines”.