El Conde, la puerta de la Zona Colonial, es uno de los lugares más simbólicos de República Dominicana. Sin embargo, hoy día ha pasado a un estado de arrabalización y abandono que atenta contra su gran historia.
Los pocos comerciantes formales que quedan se quejan de que las leyes solo son aplicadas para ellos y no para los buhoneros y las trabajadoras sexuales que se han adueñado del conde peatonal.
El decano de la facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), Omar Rancier, indicó, durante el programa de Nuria Investigación Periodística, que allí se han instalado negocios de dudosa reputación.
La realidad que hoy se exhibe es que la calle El Conde está inundada de buhoneros legales e ilegales, vendedores callejeros y masajistas, barberos, vendedores de drogas y prostitución.
Además de los comercios eróticos, que a juicio de muchos han convertido El Conde en un espacio de mal gusto, los comerciantes condenan que han sido invadidos por “barberos exprés”.
Los que sí han sido regulados
Los buhoneros legales fueron capacitados por el Ministerio de Turismo, quienes abarcaron temas de educación ciudadana, formalización y turismo responsable.
La iniciativa es parte del Programa de Fomento al Turismo Ciudad Colonial que desarrolla la institución junto a la Alcaldía del Distrito Nacional y con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo.
Lo que recomiendan los expertos
Expertos también recomiendan implementar un plan de manejo que contemple incentivos fiscales para los comerciantes interesados en establecer sus negocios en la zona y que establezca reglas claras sobre el uso de suelo.