Autoridades de Oklahoma (EE.UU.) aplicaron este jueves la pena capital a James Coddington por un asesinato cometido en 1997, luego de que el gobernador, Kevin Stitt, le negará su petición de clemencia.
Este es el primero de los 25 reclusos a los que se tiene previsto ejecutar en el estado hasta el año 2024, informan medios locales.
A pesar de que la Junta de Indultos y Libertad Condicional estatal recomendó que se le perdonara la vida, el condenado recibió la inyección letal en cumplimiento de la sentencia por el asesinato de Albert Troy Hale, a quien golpeó con un martillo para robarle 525 dólares, dinero que utilizó para comprar cocaína. La víctima murió un día después del ataque a causa de las lesiones.
“A toda mi familia y amigos, a los abogados, a todos los que han estado a mi alrededor y me han querido, gracias […] Gobernador Stitt, no le culpo y le perdono”, comentó Coddington antes de recibir los fármacos.
Los abogados defensores habían solicitado la clemencia señalando el remordimiento que mostraba el condenado por el crimen cometido, y que, argumentaron, fue motivado por su traumática infancia.
Asimismo, pidieron que se considerara su rehabilitación a las adicciones mientras estaba en el corredor de la muerte. Sin embargo, estos argumentos no fueron considerados por el gobernador, que rechazó la petición.
Esta es la quinta ejecución realizada en el estado desde que se reinstaurara la pena de muerte el año pasado, y la primera de 25 que se tienen programadas hasta el 25 de diciembre del 2024. Se espera que durante los próximos dos años se ejecute aproximadamente a un recluso cada mes.