El Consejo de Derechos Humanos se reunirá en Ginebra hasta el 7 de octubre. Uno de los principales temas que probablemente figurará en el orden del día es el seguimiento del informe sobre las violaciones de los derechos humanos en la provincia china de Xinjiang, publicado minutos antes de que expirara el mandato de Michelle Bachelet como Alta Comisionada para los Derechos Humanos el 31 de agosto. El informe de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos (ACNUDH) halló pruebas de posibles crímenes contra la humanidad contra los uigures y otras minorías principalmente musulmanas.
Responder al informe sobre China será también uno de los grandes retos a los que se enfrentará el nuevo Alto Comisionado para los Derechos Humanos, el austriaco Volker Turk. Su elección, hecha por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, fue aprobada el jueves por la Asamblea General del organismo multilateral. Aún no se ha determinado la fecha en que asumirá su nuevo mandato y, en el ínterin, las funciones de Alto Comisionado están a cargo de la diputada jordana Nada Al-Nashif.
Turk llega en un momento difícil. Su predecesora, Michelle Bachelet, fue criticada especialmente porque se le consideró demasiado blanda con Pekín.
Volker Turk ha sido subsecretario general de política de la ONU y ha pasado la mayor parte de su carrera en el sistema de la ONU, especialmente en la agencia de refugiados ACNUR.
Los Estados occidentales y las ONG están presionando para que se haga un seguimiento del informe. Más de 40 expertos independientes de la ONU afirmaron que la comunidad internacional no debe hacer la vista gorda ante los graves abusos y pidieron al Consejo de Derechos Humanos convocar una sesión especial sobre China. Pero es probable que haya un fuerte rechazo por parte de Pekín, que trató de impedir la publicación del informe.