El presidente dominicano, Luis Abinader, dijo este jueves que la crisis económica, política y de seguridad que afecta a Haití representa una amenaza para la seguridad nacional de la República Dominicana, por lo que pide una intervención urgente de la comunidad internacional en la vecina nación.
Ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Abinader indicó que la crisis multidimensional de Haití no solo representa una amenaza para la estabilidad y seguridad de la República Dominicana, sino a todos los países de la región.
““Los efectos de la crisis multidimensional de ese país desborda nuestra capacidad individual y constituye una amenaza a la estabilidad y seguridad de toda la región, la República Dominicana es una cuestión de seguridad nacional, quiero repetirlo para que se grabe en la memoria de este solemne sesión, la crisis que desborda las fronteras de Haití es una amenaza para la seguridad nacional de la República Dominicana”, indicó Abinader ante la OEA.
El mandatario dominicano también se refirió al peligro que representa que las bandas criminales que operan en el vecino país, intenten cruzar la frontera con la República Dominicana y traten de alterar el orden en la nación caribeña.
Abinader dijo que es un peligro que un Estado como Haití, no tenga control y monopolio de la fuerza en su territorio, lo que ha posibilitado que las bandas armadas penetren en las ciudades haitianas.
“Es imposible negar el peligro que representa que un Estado no tenga el control y el monopolio de la fuerza en su territorio, nos enfrentamos a la posibilidad real de que bandas criminales que operan en Haití, intenten transgredir la integridad territorial y traten de alterar el orden y seguridad ciudadana en nuestro país”, indicó Abinader.
La capital haitiana ha sido escenario de multitudinarias manifestaciones, actos de vandalismo y saqueos, después de que el primer ministro, Ariel Henry, anunciara la madrugada del lunes un aumento del precio de los carburantes en el país.
Haití está sumido en una profunda crisis social, económica, política y de violencia, agravada tras el asesinato en julio del año pasado del presidente Jovenel Moïse.
En Haití, 4,9 millones de habitantes, lo que representa el 43 % de la población, requieren de ayuda humanitaria.
A esta situación se suma el enfrentamiento entre bandas armadas en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, que ha dejado ya más de 300 muertos en Haití y ha llevado a huir a más de 3.000 personas.